viernes, 14 de octubre de 2011
Frágil tu frente
No es suficiente abrazarte
guardas mi espalda, acaricias mi pelo
y te aseguras con ese gesto de ternura
de que mi herida siga siendo imaginada.
No es suficiente mi abrazo
incapaz de derribar los muros
miedos sangrientos que te amenazan
rincones donde esperan
extraños homicidas.
No sé cómo abrazarte y construirte
un templo sin siniestros enemigos
ausentes las puertas que ahora cierras
a todas horas lleno de luz y lejanía
sólo columnas, una casa abierta
y deshabitada.
Pero no es suficiente abrazarte
para desnudarte de intrusos asesinos
y tocarte y que me toques indemne
porque ellos persisten y tú vigilas.
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5 comentarios:
La primera estrofa es muy bonita, sobre todo:
"y te aseguras con ese gesto de ternura
de que mi herida siga siendo imaginada."
Un abrazo.
El abrazo es el estribillo de unos versos enormes. Me ha gustado el ritmo, las cadencias de las palabras que van jugando en cada estrofa con el negativo de la insuficiencia que lleva a la positividad de una permanente vigilia. Abrazar y construir, magnífico hilo conductor...Gracias Mila.
Un abrazo.
Me encantan tus dos blogs, y tengo que mirarlos detenidamente.
Gracias por todo y seguimos cerca.
Un beso, María.
Detrás de este poema hay una historia demasiado desgarradora, muy personal... Tiene que ver con alucinaciones de una mente enferman muy, muy sangrientas, miedos intensos. Mejor no explico más, pero muchas gracias por estos comentarios, a todos.
Abrazar, construir un templo, proteger...
Pero es aterrador que no sea suficiente el abrazo.
Un placer de lectura Mila.
Un beso.
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