martes, 14 de junio de 2016

LA MEMORIA ENCENDIDA de Eladio Méndez


Retomo una publicación hecha el 22 de marzo de este año por Ana Castillo a propósito de la publicación del último poemario de Eladio Méndez.

El pasado dia 17 de marzo de 2016, asistí a la presentación del libro de poemas de Eladio Méndez: "La memoria encendida", publicado por Amargord. Tuvo lugar en la biblioteca municipal de Mérida, "Juan Pablo Forner". La sala estaba repleta de amigos y admiradores de Eladio, tanto de su poesía como de su persona.


El acto resultó de lo más entrañable y ameno. El presentador se centró sobre todo en el carácter de Eladio siempre luchando por un mundo más justo, siempre al lado del que lo necesita. Este carácter se refleja fielmente en sus poemas; pero lejos de ser una poesía panfletaria, la maestría poética del autor consigue que el lirismo de los versos se convierta en un aliado a la hora de intensificar lo que pretende con su contenido.

Realmente los poemas de Eladio no dejan indiferentes. Todos, independientemente de la ideología política y religiosa que seamos, podemos hacer nuestro algún aspecto del poema, pues rebosan humanidad.

Dice Eladio que están escritos desde el respeto pero también desde la rabia hacia las injusticias. 

A lo largo del poemario hace un recorrido de las injusticias de las que ha sido testigo, y a veces también víctima, desde su infancia hasta la actualidad. Todo ello con un lenguaje sencillo y un verso ligero que apunta directamente al corazón y acierta de pleno. Musicalidad y belleza envuelven la tristeza de la anécdota. Aún siendo un poemario de denuncia, no pierde el sello de ternura que caracteriza a Eladio Méndez.

Amenizaron el acto, el cantautor Miguel Ángel Naharro, que nos obsequió con varias de sus hermosas creaciones y el poeta Joaquín Gómez, que hizo unaperformance de lo más curiosa.

Quien se acerque a LA MEMORIA ENCENDIDA de Eladio Méndez no quedará defraudado. Como el título indica, lo que los versos refieren siguen pulsando en el corazón y la memoria de Eladio; y es que son, muy a nuestro pesar, de una rabiosa actualidad.

Dice Antonio Orihuela en el epílogo que los versos de Eladio son de los más limpios que él conoce en cuanto a la denuncia de lo que de destructivo tiene el capitalismo. Sin entrar en opiniones a favor o en contra del sistema capitalista ni de otras cuestiones en las que todas las opiniones son igualmente dignas, lo que sí es cierto es que Eladio Méndez es UN POETA LIMPIO, sencillamente porque él es UNA PERSONA SIN DOBLECES, LIMPIA, HONRADA Y BUENA COMO POCOS.

ENHORABUENA, ELADIO.



Ana Mª Castillo Moreno


Magnífica acogida em Mérida




Ayer estuve en Mérida presentando El nombre secreto del agua, mi nuevo poemario editado por Vitruvio. El acto tuvo lugar en la sede de la UNED en Mérida. Magnífico por parte de los compañeros de la PDFEx y por algunos componentes de Gallos que estuvieron en el acto. De entrada, gracias a todos los presentes.
El acto lo abrió Paco Molina, mi amigo y compañero, profesor de lógica en la misma UNED. A él le siguioó, presentando ya el libro, otro amigo y actrual presidente de la PDFEx, Victor Bermúdez. Magnífica disertación sobre el poemario. El tono filośofico fué realmente interesante. Me llamó la atención la gran sensibilidad poética de Victor, a pesar de que él diga que no es perito en la materia. Los diez minutos, cuarto de hora que estuvo hablando se pasaron volando. Me alegró su comentario, las perspectivas nuevas que aportó me hicieron caer en la cuenta de aquello que dijo Gadamer: la obra deja de pertenecer al autor desde el mismo momento que alguien la lee. Y así es, la lectura filosófica de Victor me hacía caer en la cuenta de ello.

En la segunda parte y contando con Ana Castillo comenzó el recitado de unos poemas del libro. Algunos, traducidos al portuguéś por Joao Custodio, fueron también recitados señalando esta utopía ibérica en ala que algunos nos estamos.

Quiero dar las gracias a cada uno de los intervinientes por su generosidad un día como el de ayer con esa calor bochornoso que impedía ir más rápido por la calle. Gracias.

Al final del acto terminé firmando libros. 
Vaya, desde este espacio, mi agradecimiento a Irene, la directora de la UNED.

sábado, 11 de junio de 2016

PRESENTACIÓN EN MERIDA


QUIERO INVITAROS A LA PRESENTACIÓN
DE MI NUEVO POEMARIO.
EN MÉRIDA.

SERÁ EN LA SEDE DE LA UNED
                   Calle Moreno Vargas, 10,
A LAS 19,15 H.





ACTUARÁN
               VICTOR BERMUDEZ
               FRANCISCO MOLINA
               FAUSTINO LOBATO



RECITARAN:
               ANA CASTILLO
               FAUSTINO LOBATO
                   

miércoles, 8 de junio de 2016

APUNTES DE LA EMOCIÓN.UNA REFLEXIÓN ANTE EL LIBRO, SOLITARIA ROSA DE TU ALIENTO.


               Hace tiempo que tengo este nuevo poemario de Antonio Pacheco, poeta y hombre entero donde los haya. Nuevo tertuliano de Página 72 a quien tuvimos el honor de acompañar cuando presentó este libro titulado Solitaria Rosa de Tu Aliento, editado por Punto Rojo.

Solitaria Rosa de Tu Aliento

               Al mirar el título de portada, Solitaria rosa de tu aliento;  y los de cabecera de cada uno de los capítulos, Tesoro oculto mío y Otoño enajenado, se advierte que estos versos-títulos  pertenecen al soneto de La dulce queja de García Lorca. Estos, fuera de esteticismos vanos, son el contexto perfecto para los versos de nuestro poeta. 

               El libro tiene 32 poemas en la primera parte y 43 en la segunda. Todos ellos escritos en versos libres y blancos, un continente que también albergan estrofas cargadas de intimismo amatorio y, diría que, algunos de ellos, rozan lo místico. Por místico entiendo ese transcender del alma a otros espacios intangibles.

               En la primera parte, Tesoro oculto mío, los poemas se suceden en una cascada de adverbios iniciales y de verbos en acción que nos llevan a apreciar la sensibilidad de Antonio Pacheco. Un dialogo con el tú poético donde el yo literario se muestra inquieto por alcanzar las metas desde el umbral solemne de los sentidos. Es en este tramo donde el contexto de la naturaleza armoniza y empuja al amor inalcanzable que nos retrotraen a los paisajes místicos del cántico de Juan de la Cruz.

               La construcción de las estrofas, de esta parte  se hace en una realidad puramente existencial como lo expresa ese “para vivir/ te he vivido” donde los versos denotan un  trasiego pasional. Y aquí, se da la terrible huida del amado para luego aparecer “en la sombra/ y en las ausencia”.  El tono misterioso del tú nubla los sentidos de ese  yo poético que dice no encontrar “el mar /ni la orilla”.  A pesar de todo el yo descubre que esa ausencia no es estéril porque “CRECIERON/ espigas.”  La realidad se hace patente. En esta mismo poema los versos terminan con la paradoja del todo y la nada, con la expresión  “Toda la cosecha/ cabe en tus manos”.

               Por otro lado, el tono metafísico de esta primera parte se acentúa con el signo de lo temporal en una estrofa donde aparece la acción en presente: “BESO el enigma indescifrable/ del tiempo que declinan tus parpados.”-dice- el yo poético. El recurso de lo misterioso hasta para exponer  las dudas, estas que se saborean en la soledad “ante el vértice afilado de tu nombre en tinieblas.” En este marco el yo literario declara la acción de ese tú que es capaz de mirar los ojos “buscando el límite del frío.” Este frío encontrará más adelante expresiones sinónimas como la de “las nieves/ del abismo” un espacio perfecto para evocar el incendio. Curioso paisaje este que ordena un  “INCENDIAME/  en las nieves/ del abismo. /   Que mis cenizas/ se enfríen/   en tu olvido”, marcando la paradoja de lo imposible.

               La segunda parte, Otoño enajenado, subrayara el hecho mismo de la existencia, unas veces  rota en el decir de “DEMASIADAS pérdidas…cicatrices” que termina anotando unos versos terribles, como estos en lo que se subraya el hecho de habitar “en el propio destierro”. Esas existencias, cuya distancia se ignoran con tonos mitológicos con la evidencia de un Saturno devorador.  Una existencia que es “como un  árbol/ cuyas raíces / fueron sembradas en mi infancia”, y que encuentra semejanzas en el tú “con un paisaje de bruma adivinado/sobre el tedio sepia de las cartulinas”.

               Y en este marco del existir, aparece otra vez, el olvido en el que el yo dice dejar al tú poético, “sin icono alguno/en el centro de mi cualidad/ tan impura. Tan perfecta.” Y junto al olvido, el RECUERDO, ese de la “agonía en las remotas esperanzas” donde el poeta parece apuntar a situaciones dolorosas de la separación. Magníficos los versos que parecen apuntar a un hecho doloroso en el que se denuncia, al mismo tiempo,  lo injusto de la situación: “Recuerdo la impotencia/ y la rabia audaz de las madres/ ante la cruel / metáfora del silencio/      pulcramente doblado en las maletas”.  La rabia traducida en ejemplar silencio como expresión de la dignidad. En este sentido, de explanar situaciones concretas, aparecen unos versos que hablan de un ocultar “el dolor en los armarios/   entre sombras/ final de temporada.”

               En esta segunda parte hay una pretensión, la del poeta, de descender a situaciones concretas, como las de la muerte que hace decir al yo poético, “DELANTE de mis sobornadas certezas/desfila/ mi triste funeral”. Y así, entre versos llenos de nostalgia se llega a una declaración de la propia realidad: “A pesar de la acusación del frío/ los años/ no me convencieron / de que vivir/ no era nada más   / que un episodio mal calculado del absurdo.” Una realidad ante la que el yo poético protesta y esa vez con unos versos de la existencia herida, como estos que dicen, en primera persona,  “TODOS mis suicidios/ cotidianos/ me dejaron heridas mal curadas.

               Terminará esta segunda parte con dos poemas que preguntan y afirman este hecho de la existencia-herida así, dice el poeta, “QUÉ buscar/entre estas desahuciadas ruinas…” o “He perdido la brújula/ de tus ojos. /   Ahora no sé/   en qué lágrimas habito.”


               Al final, de una lectura atenta de este poemario de Antonio Pacheco, es posible que se tenga la sensación de haber recorrido muchos paisajes, muchos espacios de la emoción, donde la búsqueda de lo auténtico nunca termina en el vacío sino en una nueva pregunta o, mejor, en una duda,  como los citados versos que dicen no saber en qué dolor se habita. En estas situaciones, el poeta ha dejado claro “que ha perdido la austeridad de las mentiras…/ y la caridad/    que abraza a los humildes.” Y que además, sigue sin saber a dónde va…/”sonámbulo de las horas/   Viajero de ida / y de penumbras”. Pregunto, ¿habrá un segundo poemario en la que la ficción poética resuelva las cuestiones que éste ha dejado abiertas? ¿O sencillamente la intención es la de enfrentar al lector con la espiral de los duros existenciales?