martes, 24 de diciembre de 2013

El porqué de Página 72.

Nuestra querida Mila, en un correo el día de navidad respondía a la pregunta de algunos sobre por qué se llamaba la tertulia Página 72.

Ella argumenta su respuesta con estos datos tomados de la Wikipedia. Interesante aportación. Gracias por estar ahí atendiendo las demandas.

Glosas Emilianenses

De Wikipedia, la enciclopedia libre
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Página 72 del Códice Emilianense 60. Se aprecia la glosa al margen.
Las Glosas Emilianenses son pequeñas anotaciones manuscritas, realizadas en varias lenguas: latín, un romance hispánico (bien navarro-aragonés en su variedad riojana, biencastellano1 con elementos riojanos2 ) y vascuence medieval, entre líneas o en los márgenes de algunos pasajes del códice latino Aemilianensis 60 a finales del siglo X o con más probabilidad a principios del siglo XI. La intención del monje copista era probablemente la de aclarar el significado de algunos pasajes del texto latino. La importancia filológica de estasglosas, que no fue advertida hasta el siglo XX, se debe a que contenían el que durante un largo periodo se consideró como primer testimonio escrito del que se tenía noticia de un dialectoromance hispánico, es decir, la lengua vernácula hablada por entonces por el pueblo llano. Las Glosas Emilianenses, en total más de mil de las cuales unas cien están en romance navarro-aragonés en su variedad riojana, contienen además dos de ellas escritas en lengua vasca que constituyen también uno de los primeros testimonios escritos conocidos, no epigráficos, en dicha lengua.
Su nombre se debe a que fueron compuestas en el Monasterio de San Millán de la Cogolla(Millán o Emiliano procede del latín Aemilianus), perteneciente a La Rioja y por aquel entonces parte del Reino de Navarra, situado en la zona donde no se habló castellano hasta siglos después. Su valor se descubrió en 1911, cuando Manuel Gómez-Moreno, que estudiaba la arquitectura mozárabe del Monasterio de Suso, transcribió todas las glosas, alrededor de mil, y se las envió a Ramón Menéndez Pidal.
Debido a falta de rigor filológico se le atribuyó inicialmente y de manera errónea el sobrenombre de «cuna del castellano» a San Millán de la Cogolla (y a La Rioja por extensión),3 sin embargo, estas glosas no están escritas en castellano sino en navarro-aragonés4 en su variedad riojana y se han encontrado textos castellanos anteriores. El Instituto Castellano y Leonés de la Lengua (ILCYL),5 dató los Cartularios de Valpuesta junto con laNodicia de Kesos, como algunos de los registros con rasgos lengua castellana y leonesa más antiguos que se conocen.6 7 8 En noviembre de 2010, la Real Academia Española avaló los cartularios, escritos en «una lengua latina asaltada por una lengua viva», como los primeros documentos en los que aparecen palabras escritas en castellano, anteriores a las Glosas Emilianenses.9
La imagen lateral muestra la página 72 del Códice Emilianense 60 (que se encuentra hoy día en la Biblioteca de la Real Academia de la Historia). En ella puede apreciarse el texto de unahomilía en latín a la que el monje copista hizo sus propias anotaciones (glosas) en navarro-aragonés entre líneas y al margen del texto.

Las Glosas

Detalle de la Glosa de la página 72, la más extensa del códice.
La frase más larga de todo el códice se encuentra en la página 72. Se trata de doce renglones en los que se lee lo siguiente:
navarro-aragonés
Con o aiutorio de nuestro
dueno Christo, dueno
salbatore, qual dueno
get ena honore et qual
duenno tienet ela
mandatione con o
patre con o spiritu sancto
en os sieculos de lo siecu
los. 
Facanos Deus Omnipotes
tal serbitio fere ke
denante ela sua face
gaudioso segamus. 
Amen.
castellano
Con la ayuda de nuestro
Señor Don Cristo Don
Salvador, Señor
que está en el honor y
Señor que tiene el
mandato con el
Padre con el Espíritu Santo
en los siglos de los siglos.
Háganos Dios omnipotente
hacer tal servicio que
delante de su faz
gozosos seamos. Amén.
Dámaso Alonso denominó a esta oración «el primer vagido de la lengua española».10 Estudios posteriores de filólogos especialistas en lenguas romances han demostrado que nos encontramos ante romance Navarroaragonés en su variedad riojana

viernes, 20 de diciembre de 2013

Baile de Máscaras. Un diálogo con José Manuel Díez



                    Después de una comida de Jose Manuel Díez con los tertulianos de Página 72, en la que no solo se compartió la mesa sino también la palabra, nos dirigimos a nuestro habitual lugar de encuentro, el Ateneo Pacense. Y aquí, una hora antes de lo acostumbrado, iniciamos la tertulia.

                Comenzó nuestro poeta a exponer su bio-bibliografía. Aunque todos la conocíamos resultaba interesante oírla de su voz. José Manuel dijo que, en estos momentos, la Tertulia de Página 72 le daba la oportunidad de compartir la poesía, y de dialogar, desde una actitud positiva, del creador en  la búsqueda de su obra. En este sentido, resaltó que desde un principio había tratado de combinar música y poesía. La música, con una intencionalidad poética y la poética, guardando la musicalidad que le ofrecía la métrica libre. No hay que olvidar que él forma parte del grupo musical El desván del duende. Además, comentó que se había embarcado en la aventura del relato corto, aparentemente con un matiz poético aunque no es exactamente prosa poética.

              Jose Manuel Diez escribe poesía desde los 16 años siendo a partir de los 23 cuando empieza a publicar. El primero de los poemarios es 42, por ser cuarenta y dos los poemas que contiene. La edición corrió a cargo de la editorial, ya extinta, Nuevas Letras. Este libro expresa los primeros asombros, las primeras sensaciones, las preguntas más esenciales con la intención primordial de crecer. De este primer poemario, dijo nuestro poeta, salvaba tres poemas. En realidad, comentó, la elaboración de este libro supuso una experiencia interesante y muy especial por ser la primera.

             Pasaron tres años hasta que se publicó La caja vacía, Premio Ciudad de Cáceres Partimonio de la humanidad. En este momento, y por primera vez, nuestro poeta tuvo que hablar de lo que escribía. Para Jose Manuel se trataba de exponer las experiencias particulares, tan especial como la pérdida de su abuelo, o la de frustración ante las cosas que aparentemente parecen ser importantes y no lo son. El título, La caja vacía está tomado de uno de los poema del libro.Los versos de este- según dijo- resumía todo el poemario. Dedicado a Berta Antúnez dice así:

A veces, en la larga
media luz de este cuarto, en el silencio
de mis meditaciones, hallo el signo
de una vaga figura,
de un objeto cualquiera abandonado
al polvo progresivo de las horas,
tal como un abrecartas,
un taco de billar, dos posa vasos verdes,
una caja vacía.

Utensilios inútiles más allá de su uso
pero que, sin embargo,
sirvieron para dar cauce con ellos
-como con muchos otros a
la belleza vacua de los días,
y por los que recuerdo
realidades análogas tal vez más substanciales.

Al ver el abrecartas, por ejemplo,
pienso en Berta, en sus ojos, en sus manos
y en las cartas que un día tuvo a bien enviarme
desde el amor. Las cartas
que yo abrí con la urgencia del deseo
con aquel abrecartas afilado;
y era como romper con él la niebla
para encontrar la luz en las palabras.

El taco de billar me recuerda a Luisito,
a las tardes del Centro Recreativo;
a todas las partidas que no pudo ganarme
o que no le gané.

Bendita sea
la amistad en el juego y en la vida,
porque harán de uno y otra un solo triunfo,
una sola verdad de ser gozada.

Los posa vasos verdes
me traen a la memoria a Juan Antonio,
a nuestros recitales de poesía
entre copas de bourbon y teoremas
sobre por qué es más triste la alegría
de Hernández que ninguna.

(Nadie da nada aún por un poema;
aún menos cuando su belleza es triste.)

Y la caja vacía
-¿hay objeto más fútil que una caja vacía?-
me recuerda a mí mismo:
todo cuanto no tengo y me hace libre.


                          En este libro aparecen cuarenta y tres poemas, uno más que en el anterior. La caja vacía quiere expresar ese deseo de comunicar el escepticismos ante aquello que se vende sin más. Es como una contestación a este sociedad falsaria. De este poemario, igual que del anterior, salvaría-dijo- solo cuatro poemas. El esquema del libro es sencillo. Tiene dos partes: Caja vacía y Deseos.



                    Mas tarde surgió la idea de Baile de Máscaras. Un parto difícil de cuatro largos años. Aquí, rompe con la anterior manera de escribir. Nuestro poeta ya no habla en primera persona sino más bien en tercera. Sigue los trazos de Beaudelaire subrayando lo que somos, lo que queremos ser o incluso lo que dice la gente que somos. El libro terminó siendo premio Hiperion y publicado por la misma editorial.

                Nuestro poeta presentó su producción  a los tertulianos indicándoles lo que suponía para él la poesía como un estado emocional, unas veces, y otras, como un estado de gracia; en realidad, una iluminación dentro del mismo acto creativo.  Mirando su recorrido,  Jose Manuel afirmó que cada libro suponía una evolución en su forma de escribir. 

          Después de este relatorio, Jose Manuel Díez leyó algunos de esos poemas de sus obras anteriores que él comentó conservaría. Recitó, entre otros, El maltrato y la enmienda. Unos versos sentidos que terminan hablando de su pequeña maquina de escribir Olivetti, su tesoro y alegría, a la que describe como una muchacha de metal siempre amada. Después, declamó otro poema de su obra 42 dedicada a la belleza del pájaro. Para luego seguir con los poemas de La caja Vacía. De este libro leyó uno dedicado a Basilio Sánchez,

EL OBJETO Y SU CREACIÓN

Hay un hombre sentado en esta silla.
Hace ya mucho tiempo la creó con sus manos.
Pero, ¿le pertenece?

Él mismo, con su esfuerzo,
taló el roble propicio, apuntaló
la homónima madera,
urdió con gran pericia la trama de su asiento.
Pero, ¿le pertenece?

Hay un hombre sentado en esta silla.
Sobre esta silla cumple su descanso.

Sobre esta silla apoya
sus largos pensamientos. Sobre ella
morirá cualquier día.

Pero, ¿le pertenece?
Otro hombre vendrá a sentarse en la silla.



                     Al finalizar su exposición todos convenimos en felicitarle siguiendo con una rueda de preguntas. Todos habíamos tenido como tarea leer su obra Baile de Máscaras. Nuestro poeta contestó con detenimiento a cada una de ellas.Así dijo, respondiendo al por qué escribió con esta estructura Baile de Mascaras, que tuvo como referencias a Traveling de Luis Felipe Comendador y Memorial del juego de EduardoGaleano; y sobre todo Rostros de KhalilGibrán.

           La estructura de Baile de Máscaras es muy particular, se inicia los versos teniendo como punto central a un poeta-místico sufí para luego terminar con otro poeta trece siglos más moderno. Con este gesto literario parece que nuestro invitado tenía una intención decir como la poesía vence sobre cualquier circunstancia adversa.

                    Algunas preguntas apuntaron  a la base fundamental de su formación literaria. Para contestara ello, Jose Manuel se remitió a la biblioteca de su casa. Allí aprendió-dijo- a ser una esponja y a seguir aprendiendo. Sus poetas de referencia fueron Lorca y Miguel Hernandez y en la música el flamenco. Ahora bien, dejó claro que estas  fueron referencias primeras y que en ningún momento pretendióquedarse estancado. Consideraba importante evolucionar. Es verdad que en un principio coqueteó con el dialecto extremeño e incluso obtuvo un premio por un poemario escrito en castúo. Sin embargo, cuando otros poetas y otras formas literarias llegaron a su vida, como Goytesolo o Pepe Hierro, todo fue cambiar.

             Por parte de algunos tertuliano se resaltó el hecho de ser esta obra, Baile de Máscaras, un poemario con una carga ideológica, no política, grande. Se consideraba un trabajo potente, más en el contenido que en la forma: Y junto todo esto se observa una gran erudición, una gran riqueza de fuentes. En Baile de Máscaras la poesía de Jose Manuel se observaba más madura de lo que fue anteriormente. En este sentido, se vió en nuestro poeta un salto cualitativo considerable. Para algún tertuliano, no presente, la obra de nuestro poeta está muy cercana a la poética del silencio. Muy trabajada y pulida. En algunos poemas-dice este tertuliano en su carta-se consigue un ritmo intensamente lírico donde la metáfora junto a otros recursos poéticos le dan una gran riqueza a la obra. 


                            Añadió que la idea del libro no está cerrada. Este es parte de un ciclo, un continuar en la búsqueda sobre todo acentuando lo marginal, lo que no cabe en la foto o lo que es lo mismo trazar versos que apoyen a un tipo de persona que no sale en los catálogos de sociedad. En resumen, en este poemario, que tuvimos la suerte de tratar con el autor se ve una gran sinceridad. No en balde ha sido nominado al mejor poemario escrito en este año por El País.  


martes, 10 de diciembre de 2013

José Manuél Díez en Página 72

                   


             El próximo día 13 tenemos el honor de encontrarnos en la Tertulia de Página 72, con José Manuel Díez. 

                        Si tuviéramos que presentarlo tendríamos que decir de él que hace treinta y cinco años nació en Zafra. Y además, que los ocho últimos años se ha dedicado de manera, casi frenética, a crear teniendo hasta el momento publicado tres poemarios: -“42” (Editorial Nuevas letras), “La caja vacía” (Editorial Visor); “Baile de máscaras”(Editorial Hiperión).  En estos momentos está corrigiendo su primer libro de relatos cortos, que próximamente publicará  la editorial sevillana Isla de Siltolá.

                           Hay que anotar, como de interés, que a  nuestro escritor se le incluye en algunas antologías de poesía extremeña de los últimos años, como Rutas literarias, 2007, Encuentro en Guadalupe, 2008, “Colección Baluerna, 2010”, “Compañeros de viaje, 2011” y “Matriz desposeída, 2012”. 





                       Su forma de llegar  al lector es muy directa tal es es así que sus poemas están traducidos al inglés, portugués y chino.

                 Nuestro poeta, cultiva otros géneros literarios, como el relato corto, el artículo de opinión y la poesía visual. Compagina todas estas disciplinas con la creación musical, como principal autor y vocalista del grupo extremeño El desván del duende, con una trayectoria de más de 700 conciertos en diez años y tres disco publicados hasta la fecha: “Eres buena gente”(2007), “Increíble pero cierto” (2009) y “Besos de cabra” (2012). En la actualidad, está preparando su cuarto disco y produciendo el espectáculo poético-musical “Lecciones de ingravidez”, donde recita y canta por primera vez acompañado de piano.




                Algunos de sus poemas revelan esa forma inquieta de mirar la realidad como este, EL OBJETO Y SU CREACIÓNde su poemario LA CAJA VACÍA (XVIII Premio Cáceres, Patrimonio de la Humanidad)




                                                                                               A Basilio Sánchez
Hay un hombre sentado en esta silla.
Hace ya mucho tiempo la creó con sus manos.
Pero, ¿le pertenece?

Él mismo, con su esfuerzo,
taló el roble propicio, apuntaló
la homónima madera,
urdió con gran pericia la trama de su asiento.
Pero, ¿le pertenece?

Hay un hombre sentado en esta silla.
Sobre esta silla cumple su descanso.
Sobre esta silla apoya
sus largos pensamientos. Sobre ella
morirá cualquier día.
Pero, ¿le pertenece?


Otro hombre vendrá a sentarse en la silla.




                   SUS WEBS:


martes, 3 de diciembre de 2013

Geometría de la Soledad. Miguel Angel Navarro.

                  

              El día 8 de noviembre, después del puente de los Santos, se tuvo la segunda reunión de Página 72. Una reunión a la que asistí después de un alta hospitalaria por haber tenido una intervención de arritmia. La amabilidad y generosidad de Antonio Castro hizo posible que estuviera para escuchar a Miguel Ángel Navarro que nos exponía su proyecto de novela Geometría de la Soledad.

                    En el Cajón de Sastre inicial una tertulina  propuso que para cerrar la tertulia, además de un aforismo, podría leerse un poema corto de algunos de los tertulianos. Además, se presentaron algunos de los libros para llevar. Esto es algo que puede resultar interesante una vez que se coja la mecánica de llevar un libro de interés para leer y devolver al mes siguiente.

                   Comenzó Miguel Ángel presentando su novela Geometría de la soledad. De esta hizo algunas anotaciones de interés. Entre otros asuntos, habló que con esta obra, su pretensión inicial era la de ampliar la novela del año anterior. Sin embargo, comprobó- según él-que la novela había tomado otro sesgo, ya que el personaje que se le apareció, le fue dando ideas, unas veces desordenadas y otras caóticas. De esta forma, nuestro tertuliano describió su particular modo, azaroso-aventurero, de escribir. Para él es el personaje el que le va marcando las pautas de la trama a desarrollar; como un a modo de genio-musa que le lleva por los vericuetos del enredo.


                    Los contertulios iniciaron su ronda de comentarios subrayando el valor de Miguel Ángel en este oficio de escribir. Es complicado, se dijo, hilvanar ideas y plasmarlas en el papel como nuestro tertuliano lo está haciendo. Se anotó también que en esta entrega de nuestro novel escritor había aspectos interesantes y arriesgados. Para la mayoría de los tertulianos, de esta obra en ciernes lo más relevante es el final.

                    Según la opinión general- esta novela da para otras novelas. Así, por ejemplo, hay aspectos de la obra, como las referidas al tema sexual que podrían ampliarse. Es el caso de unas secuencias con Magda, uno de los personajes, donde se dice de ella que le atraía lo indecoroso, todo lo permitido a los hombres en la sociedad de su época le atraía, el vino verdejo color caña que bebía su marido, fumar, andar desnuda por la casa y verse reflejada en un espejo del pasillo cuando iba de un cuarto a otro. Era atrevida, y aunque al principio simplemente se dejaba poseer por su marido, con el paso de los años fue encontrando nuevas opciones.” Este trozo, con posibilidad de ampliarse en un capitulo donde la sexualidad femenina desborde. No hace falta ser Gala para, como él, meterse en el pellejo de una mujer al modo de la Pasión turca.

                 “Nuestro autor, dijo un tertuliano, es un “pozo de sondeo” donde hay muchas cosas interesantes que hay que decantar”. En realidad, y en eso coincidimos todos, estamos asistiendo al proceso de un escritor que cada vez más sorprende. La tenacidad de Miguel Ángel le está haciendo progresar en la buena dirección. De esta manera se observa que en esta entrega hay mucha más naturalidad en los diálogos que en los escritos anteriores. Con esta obra, nuestro novelista en ciernes, sigue las pautas que él mismo indica en esta obra: Aunque no lo creamos todos tenemos una estructura de pensamientos (metafóricos). Somos (la) especie que relaciona ideas, aparentemente inconexas, para visualizar una realidad que a primera vista se nos escapa. De hecho, la mayoría de las palabras no se originaron por onomatopeyas sino por casualidades musicales y relaciones metafóricas.

                      Para nuestro autor escribir es algo divertido con todos los riesgos que supone hacerlo. Este comentario sirvió para hablar del elemento disciplinar que la propia escritura impone, que -según algunos- no siempre es divertido.En este sentido se anotó que merece la pena diferenciar entre el divertimento mientras se escribe y el respeto al lector que después va a ver el trabajo hecho. Es importante la disciplina y la técnica aunque estas se conviertan en un potro de tortura” necesario. 

                  En resumen, agradecemos la valentía de Miguel Angel al presentarnos esta obra Geometría de la soledad por que desde ella nos hizo entrar a todos en una discusión donde el hecho de escribir es un trabajo que conlleva una cierta fatiga, como expresa en sus páginas finales: “Por fin, agotada se quitó guantes y vestido, se aseó un poco en la pila y se puso su camiseta preferida con la que acudió a sentarse sin fuerzas frente a la pared.” Nuestro tertuliano en su próxima entrega,  nos seguirá sorprendiendo gratamente. Su obra, después de un trabajo concienzudo será, como expresa en boca de la protagonista de la novela, “ (la envidia de los dioses) que anhelan la intensidad de lo efímero...".

lunes, 7 de octubre de 2013

Retomando el pulso de la creatividad



Este viernes pasado, día 4, los tertulianos de Página 72 nos volvimos a reunir para retomar el pulso de la creatividad. La reunión comenzó con algo no habitual y es la acogida, en este caso, de mi hijo Rodrigo recién nacido. Aprovecho este espacio para agradecer a todos los tertulianos y tertulianas presentes y ausentes el maravilloso recibimiento que le hicieron a mi mujer y mi "criaturita" de pocos días. Probablemente esta ha sido una prueba de amistad pero también de humanidad y calidez muy característica de esta Tertulia.Fueron momentos de disfrute de "achuchones" y besos a Rodrigo.  Su madre y yo queremos que sienta esa sensación amable de las personas que se quieren.desde el primer momento. Reitero mi agradecimiento junto con Gema de este gesto de acogida  que fue acompañado de unos generosos y magníficos regalos.
Después, siguió la tertulia y  esta vez presentando a un nuevo integrante Juan Miguel Collado, profesor de literatura en el IES Ciudad Jardín.  Creo que Juanmi se sintió acogido y en un principio sorprendido por el revuelo del comienzo. Esta bien que los recibimientos tengan este tono donde lo humano se pone por encima de las formalidades. 
Y a todo este ir y venir de acogidas y presentaciones le siguió la confección del calendario para el año. De entrada alternamos las creaciones propias con la visita de autores consagrados como es el caso de Jose Manuel Diez, componente del grupo El desván del duende. Los tertulianos nos comprometemos a tener leido para el 13 de diciembre El Baile de mascaras. Esta previsto que vengan otros autores a la tertulia pero todavía no está confirmado. 
Se habló de remozar la tan querida Caja Literaria. Esta es una expresión del grupo de tertulianos que, hasta el momento, ha servido para regalar a todos los que nos visitaban. 
A María Blázquez, nuestra querida tertuliana, la felicitamos por la presentación de su libro "El pintor ciego" editado por la Editorial Heráklion. Esta vez fue en Zafra, ya que anteriormente había sido presentada en Badajoz por Milagrosa Ortega. María nos habló de su última creación,  La colina de los geranios, finalista en el V premio Lopez Torrijos.
Hubo propuestas interesantes para este año y en el ámbito de la media hora del "cajón de sastre" y es traer un libro para intercambiar y devolver al mes.
Se terminó felizmente a las nueve, cumplimentando uno de los compromisos del grupo, empezar y terminar puntual. Esta visto que los creadores, que nos dejamos llevar por el "sin tiempo" de la bohemia, hace falta que nos pongan un poco de límites.
En la tertulia estuvieron, además del que suscribe,  Sito Lerate, Miguel Angel Navarro, Manuel Salitre, Manuel Romero Higes, Mamen Alegre, María Blazquez, Juan Antonio Rincón, Milagrosa Ortega, Antonio Castro, Jose Manuel Vivas. Echamos de menos, y mucho, a Trinidad Rodenas, esperamos que su padre mejore; a José Enrique Campillo, viajando por la geografía española; a Plácido Ramirez, en paradero desconocido ( es broma); a Dani Villa y su entrañable amigo; a Pilar Mateos, que se olvidó de abrir el correo; y a Carmen Gordillo, ahora en otro lugar de España. Carmen estamos contigo y te deseamos lo mejor.



jueves, 20 de junio de 2013

Cuando los saludos se estrenan. La última reunión de Página 72




Eran las 12 del sábado cuando, la mayoría de los tertulianos llegábamos al punto de encuentro. En Pagina 72, ocurre  que cada vez que nos vemos es un momento feliz. Esto es lo que suele pasar cuando los amigos no se ven asiduamente, que los saludos se estrenan

Después, nos encaminamos a la casa de Jose Manuel siguiendo su coche. Una caravana muy particular. Cuando llegamos ya echábamos de menos a Jose Enrique, a Mamen, a María, a Sito, a Daniel, a Carmen y a Plácido. Las ausencias, como siempre, son insustituibles Vaya desde aquí un abrazo para todos.

Ya en casa de Jose nos acogió Fátima, su mujer, con la disposición de quien está acostumbrada a recibir a muchos. Gracias Fátima por hacernos sentir bien y reponernos. 

Al rato, comenzó el paseo, con un “medio sol de justicia”, hasta la orilla del Zapatón. Una vez más pudimos apreciar la serenidad de la dehesa. De vuelta, tomamos un aperitivo con el objetivo de “hacer hambre”. Y desde allí, unos a pie y otros en coche, nos acercamos al Oasis. Este es un restaurante de carretera que, como su nombre indica, nos proveyó de lo que buscábamos. Y lo mejor, que la calidad-precio resultó equilibrada.
.
Eran las cuatro de la tarde cuando terminamos de comer. Hacia un calor de verano y allí estábamos despidiéndonos de Miguel Ángel que había ido para estar con nosotros en la comida. Pena que no se pudiera quedar con el resto de los que allí estábamos: Jose Manuel, Fátima, Antonio Castro, Manuel Romero, Manuel Salitre, Juantonio, Trini, Pilar, Mila, Gema y un servidor.

De vuelta,no hubo posibilidad de dormir la siesta. Directamente y puestos a la sombra, comenzamos la reunión que se desarrolló en dos partes:

Una primera, de revisión y evaluación del año, de cómo habían ido los encuentros a todos los niveles. Revisar significa vitalidad y Página 72 mantiene ese punto peculiar de no adormecerse o conformarse con los mínimos. Cada uno de sus integrantes aporta una riqueza incalculable que hace de esta tertulia algo diferente.
,
La segunda parte la dedicamos a comentar el poemario de Jose Manuel Vivas,. Oficios de la incertidumbre. Un libro, todavía en ciernes, que surge con poemas ya construidos y con un nexo común sobre lo incierto. Este puzzle consentido, este injerto de versos, se advierte más en la ultima parte, de las tres en las que se divide el poemario. Las dos primeras apuntan directamente a los oficios de la incertidumbre: La lanzadora de cuchillos y El curtidor de silencios. 

Cuatrocientos cincuenta versos que presentan a nuestro tertuliano- poeta que algunos calificaron de conceptual. Después de este encuentron es probable que aparezca la necesaria "poda". Y así, los versos que comentamos en el campo otro día, ya depurados,  se verán robustecidos.

Mientras se comentaba se leyeron algunos poemas que aquí reproduzco.

Oficio de versos

Escribo las palabras que necesitas,

las dejo en tu mesilla de noche,

les pongo perfume de añoranza

y fieltro blanco para la ocasión.

Mañana cuando despiertes

aún seguirán allí,

deseando que las pongas en tu boca,

las leas y sean tuyas para siempre.


Náufrago

Alcanzar la orilla

para desfallecer agotado

en la frontera de agua y tierra

dónde limita al norte tu boca

y al sur las estiradas piernas,

el susurro de un mar

que circunda tu vientre.

Vengo a tu isla buscándome.

Me perdí en la ciudad,

dónde todos me reconocen.


La ventana

El cristal no soporta más tanto vaho distraído,

tanta mirada que busca en la calle

un rescoldo de gente en movimiento,

de coches con luces

y jóvenes de trenzas largas y faldas cortas.

Algunos niños inquietos

juegan al balón entre los árboles,

gritan, corren, ríen con descaro.

En la ventana su rostro es un espejo

que jamás sabrá de sus nombres

ni de la medida justa de sus sueños.



Guarecerse

Ocultarse de la inercia de ser,

protegerse del afanoso crepitar del día.

Ser acaso un cuerpo que camina,

tropieza con otros cuerpos

en las calles asombradas de la ciudad.

Guarecerse del oficio de vivir,

ponerse a salvo de su evidencia,

de su opaca incertidumbre.


Gracias Jose por compartir tus versos. Gracias Fátima por compatir tu tiempo y tu casa con nosotros.

martes, 14 de mayo de 2013

Del microrrelato al metarrelato poético. La tertulia de mayo.

I. El relato corto de José Enrique Campillo



           La bruja de San Juan de Ulúa, este era el relato que José Enrique Campillo quiso que los tertulianos de Página 72 debatiéramos el viernes 3 de mayo.
La reunión comenzó con ese aire distendido que ayuda a profundizar en el debate y en este caso es José Enrique quien puso el tono amable del humor y la genialidad.

        Lo primero que hizo nuestro autor fue leer el relato, para después someterlo a la exigencia de una crítica respetuosa y sin  falacias. Campillo expresó, en múltiples momentos, el deseo de que se hiciera una crítica hasta el fondo a su creación. Es de valorar esta intencionalidad suya, la de aprender manteniendo una actitud socrática que lo ennoblece.

            Nuestro tertuliano, autor de un montón de obras, como muchos saben y de gran éxito editorial desde la publicación de “El Mono obeso”. Catedrático de Fisiología en la Universidad de Extremadura e investigador incansable. Ahora, dispuesto a estar “a los pies de los caballos”, de unos tertulianos que, amantes de la literatura, no dejamos de ser aprendices de escritores. Siempre es de agradecer la confianza que nuestro autor pone en el debate crítico de Página 72.



                 Después de la lectura del relato los tertulianos nos adentramos en la historia de Tula, una “bruja” de la zona de Veracruz, en Méjico, enfrentada a don Rodrigo de Albar y condenada a prisión por no ceder a los caprichos y la tiranía de este. Además de estos personajes el relato se adorna con personajes pintorescos como el de Juan Trujillo, un soldado oriundo de Extremadura y rendido a los encantos de Tula. Este hará todo lo posible por ayudarla. En definitiva, un micro relato entretenido que, con las característica y la fuerza del realismo mágico, nos situaba en las tierras mejicanas, en el controvertido siglo XVII lleno de intrigas y ambiciones.

                   Las críticas a la obra bascularon del contenido a la forma siendo en este aspecto último donde los asistentes hicieron más hincapié. José Enrique agradeció la revisión exhaustiva de sus escritos. Sobre el contenido todos coincidimos en subrayar la capacidad que tiene nuestro autor para entretener y enganchar al lector.

                Sea como sea, bien atendiendo al contenido o al continente, lo cierto era que con esta creación todos pudimos advertir la evolución creativa de Campillo como escritor de relatos cortos. Observamos a través de estas letras como, de manera paulatina, nuestro autor había abandonando la escritura plana, la propia del  científico que él es, para entregarse a otra manera de escribir más cálida y llena de emociones. Efectivamente, desde el primer relato corto, El tío Vito, hasta este de La Bruja de San Juan de Ulúa, que ahora comentamos,  la escritura de Jose Enrique ha ganado en fluidez con una prosa más depurada y fuerza narrativa.

           Lo que más gustaba de la forma de escribir de José Enrique es la forma que tiene del emplear  las imágenes descriptoras de personajes y situaciones. Sin embargo y a pesar de todos estos elementos, harto positivos, nuestro tertuliano tendrá que corregir algunos aspectos de forma y de fondo en esta obra de La bruja de San Juan de Ulúa: Así tendrá que tratar el final para evitar la rapidez de algunas secuencias (¿?); cambiar algunos  aspectos de la trama, haciendo más creíble algunos tramos (¿?). Y todo ello, evitando el transformar la obra. Y puesto a reformar alguien aconsejó  buscar  un titulo diferente (¿?); 

             Por último, destacar el admirable temple de nuestro tertuliano a la hora de acoger y responder, cuando era pertinente, a los diferentes comentarios de su creación. Una actitud sencilla que Jose Enrique Campillo nunca  pierde, a pesar de los premios y el éxito editorial de la mayoría de sus obras, y que es de gran ayuda para los tertulianos. Actitudes como estas hacen crecer el tono humano de la Tertulia de escritores Página 72.

                Gracias José por tu rica aportación y por tu humanidad.


    II. El metarrelato poético de María Blázquez


            En el segundo tramo de la reunión leímos los versos del poemario Estado de Sitio de  María Blázquez, premiado recientemente en la XV edición del Certamen Literario José Rodriguez Dumont de Órgiva (Granada). Este poemario contiene doce poemas seleccionados, según María, para la ocasión del certamen literario.

                Los poemas se fueron leyendo, uno a uno, con cierta solemnidad dejando en el ambiente ese tono de emoción cautivadora que María sabe conseguir.

                Aprovecho este relatorio de la tertulia para hacer, con el máximo respeto,   un breve comentario crítico de estos poemas. Pido, de antemano, perdón a la autora por este atrevimiento. Me gustaría resaltar cuatro elementos que, a mi modo de entender, configuran el poemario: las metáforas de la emoción;  la sensualidad como utopía;  la búsqueda, como actitud metafísica;   y el silencio del yo poético. 

                1. La  emoción de lo amatorio como valor: 

              Los  primeros versos del poemario nos abren al deseo amante de forzar la noche, adelantarla:

  Estoy tejiendo horas con agujas de voces
 que se dispersan durante el crepúsculo.

               Un registro, la noche que nos predispone al misterio de una poética diferente, la del silencio, llena de mágicos simbolismos. Un ejemplo de ello aparece cuando el yo lírico nos  lleva a descubrir la visión emocionada de la vuelta del amado. Es aquí donde la autora traza algunas metáforas esenciales, cargadas de emotividad como son las olas y las algas en una clara referencia al mar y de este como significante de ese lugar metafísico  e ideal que nos habla de los sentimientos más profundos:


Regresé del fondo bruscamente,
 me enredé en las olas de tus dedos
como alga silenciosa abandonada al encuentro.

2. La sensualidad  y la utopía  del yo lírico: 

Otro de los registros que aparecen en el poemario Estado de sitio es el de las cadencias sensuales desarrolladas en un recorrido por  las formas del cuerpo. Unos gestos de  sensualidad y de dobles sentidos, como la que aparece en este poema donde las estrofas, inicial y final, subrayan las metáforas de las utopías amatorias. Los verbos que expresan esta afirmación son: doblar y volcar. Unos verbos de acción que aquilatan la existencia de ese estar  más allá de la propia realidad física. Así, en la primera estrofa el amado se transforma en el molde perfecto para esta contingencia soportada, notada con la figura del doblarse, la de adoptar la forma de lo amado; la segunda estrofa se marca con la acción decida del ser amante que se hace uno con el otro en  ese hecho de volcarse:

No quiero estar cansada al acostarme a tu lado,
 quiero doblar en ti las esquinas de mi cuerpo.
                …
No quiero estar cansada al acostarme a tu lado,
 quiero volcar en ti los dominios de mi cuerpo.


            3.  La búsqueda o la metafísica del relato: 

Junto a los aspectos señalados aparece el de la  búsqueda como una inquietud  permanente del amant. Aquí, el yo poético, con tonalidades esenciales, sitúa el punto de encuentro en las figuras del árbol o la casa que denotan protección y enraizamiento, firmeza y seguridad. Estas figuras son gestos metafóricos que  señalan las realidades utópicas con la pretendida ilusión de superan cualquier malestar provocado por los interrogantes del buscar inquieto:

                        …
Regálame la incógnita
de suponerte mío para siempre,
donde divagaré
para buscar el árbol y la casa
que te he jurado en mi inconsciencia.



Puestos a subrayar la intencionalidad poética de Estado de sitio, habría que resaltar la búsqueda como una realidad “mística-existencial” donde una vez más aparece  el hecho de volcarse, de vaciarse, de adoptar la forma del otro. A este respecto, basta ver algunos  versos del poema, Vacío.

Te buscaré aunque me vuelque
 en cada hueco en los que tú has estado…


Este sentimiento del buscar se mantendrá, como un estribillo metafísico,a lo largo de todo el poemario. En este sentido, ya en los últimos tramos del metarrelato, la búsqueda se convierte en una obsesión patente. Así, los versos de Floración,.


 Te busco, no apareces.
Te llamo en el poema,
 pero se adueñan de él los elementos
con la inquietud vertical de semillas que crecen,
con la conquista del agua invencible.

 4. Hacia una poética del silencio: 

En los poemas finales, María Blázquez, sitúa al lector  antes dos elementos significativos: el fuego y el agua, propios de la poética del silencio. Así, se observa en la metáfora del poema De la llama a la gota, como el yo lírico transita  de la llama de amor profundo al reflejo del agua. con esta puntualización versal la intencionalidad de la poeta muestra una pretensión, la de desvelar la conciencia del ser y del sentirse. Fuera de cualquier pregunta espuria  la realidad que el yo poético muestra es la de  traducir los sonidos, interpretando la voz del tú, la del amado, en un permanente diálogo con él. es por ello que los versos dialógicos, provocan  la lluvia  y esta como un don especial en el centro de la realidad ya transformada:

De la llama
 de mar
 que se derrite
en tu puerta
a la gota
de fuego
 que se evapora
 en tus ojos,
las estaciones
me llevan a ti.

El gemido del tren
al rasgar los raíles
interpreta tu voz,
 todos los caminos
 me valen.

 Zarandea el cielo
si pierdo la ruta,
 lluéveme en la frente.

Estado de sitio, el poemerio de María Blazquez finaliza con unos versos que, con cadencias sartrianas, destacan  la nada como un  elemento que determina el vacío, el silencio, en ese no-estar del amado:

Nada, mientras no estabas.

 De las ondas solitarias del agua
 nacen vacíos, hijos del silencio.
 Del suelo despoblado
  emerge la indolencia del que aguarda.

Nada, mientras no estabas.

Gracias María por hacernos disfrutar de estos versos esenciales, de este metarrelato de los sentimientos  que traducen todas las búsquedas de lo que amamos y de lo amado.