Después de una comida de Jose
Manuel Díez con los tertulianos de Página 72, en la que no solo se compartió la mesa sino
también la palabra, nos dirigimos a nuestro habitual lugar de
encuentro, el Ateneo Pacense. Y aquí, una hora antes de lo
acostumbrado, iniciamos la tertulia.
Comenzó nuestro poeta a
exponer su bio-bibliografía. Aunque todos la conocíamos resultaba
interesante oírla de su voz. José Manuel dijo que, en estos
momentos, la Tertulia de Página 72 le daba la oportunidad de compartir la poesía,
y de dialogar, desde una actitud positiva, del creador en la búsqueda de su obra. En este sentido, resaltó que desde un principio había
tratado de combinar música y poesía. La música, con una
intencionalidad poética y la poética, guardando la musicalidad que
le ofrecía la métrica libre. No hay que olvidar que él forma
parte del grupo musical El desván del duende. Además, comentó que se había embarcado en la aventura del relato corto, aparentemente con un matiz poético aunque no es exactamente prosa
poética.
Jose Manuel Diez escribe poesía desde los 16 años siendo a partir de los 23 cuando empieza a publicar. El primero de los poemarios es 42, por ser cuarenta y dos los poemas que contiene. La edición corrió a cargo de la editorial, ya extinta, Nuevas Letras. Este libro expresa los primeros asombros, las primeras sensaciones, las preguntas más esenciales con la intención primordial de crecer. De este primer poemario, dijo nuestro poeta, salvaba tres poemas. En realidad, comentó, la elaboración de este libro supuso una experiencia interesante y muy especial por ser la primera.
Pasaron tres años hasta
que se publicó La caja vacía, Premio
Ciudad de Cáceres Partimonio de la humanidad. En este momento, y
por primera vez, nuestro poeta tuvo que hablar de lo que escribía.
Para Jose Manuel se trataba de exponer las experiencias particulares, tan
especial como la pérdida de su abuelo, o la de frustración ante
las cosas que aparentemente parecen ser importantes y no lo son. El
título, La caja vacía está tomado de uno de los
poema del libro.Los versos de este- según dijo- resumía todo el
poemario. Dedicado a Berta
Antúnez dice
así:
A
veces, en la larga
media
luz de este cuarto, en el silencio
de
mis meditaciones, hallo el signo
de
una vaga figura,
de
un objeto cualquiera abandonado
al
polvo progresivo de las horas,
tal
como un abrecartas,
un
taco de billar, dos posa vasos verdes,
una
caja vacía.
Utensilios
inútiles más allá de su uso
pero
que, sin embargo,
sirvieron
para dar cauce con ellos
-como
con muchos otros a
la
belleza vacua de los días,
y
por los que recuerdo
realidades
análogas tal vez más substanciales.
Al
ver el abrecartas, por ejemplo,
pienso
en Berta, en sus ojos, en sus manos
y
en las cartas que un día tuvo a bien enviarme
desde
el amor. Las cartas
que
yo abrí con la urgencia del deseo
con
aquel abrecartas afilado;
y
era como romper con él la niebla
para
encontrar la luz en las palabras.
El
taco de billar me recuerda a Luisito,
a
las tardes del Centro Recreativo;
a
todas las partidas que no pudo ganarme
o
que no le gané.
Bendita
sea
la
amistad en el juego y en la vida,
porque
harán de uno y otra un solo triunfo,
una
sola verdad de ser gozada.
Los
posa vasos verdes
me
traen a la memoria a Juan Antonio,
a
nuestros recitales de poesía
entre
copas de bourbon y teoremas
sobre
por qué es más triste la alegría
de
Hernández que ninguna.
(Nadie
da nada aún por un poema;
aún
menos cuando su belleza es triste.)
Y
la caja vacía
-¿hay
objeto más fútil que una caja vacía?-
me
recuerda a mí mismo:
todo
cuanto no tengo y me hace libre.
En este libro aparecen
cuarenta y tres poemas, uno más que en el anterior. La caja
vacía quiere expresar ese deseo de comunicar el
escepticismos ante aquello que se vende sin más. Es como una
contestación a este sociedad falsaria. De este poemario, igual que
del anterior, salvaría-dijo- solo cuatro poemas. El esquema del
libro es sencillo. Tiene dos partes: Caja vacía y Deseos.
Mas tarde surgió la
idea de Baile de Máscaras. Un parto difícil de cuatro
largos años. Aquí, rompe con la anterior manera de escribir.
Nuestro poeta ya no habla en primera persona sino más bien en
tercera. Sigue los trazos de Beaudelaire subrayando lo que somos, lo
que queremos ser o incluso lo que dice la gente que somos. El libro
terminó siendo premio Hiperion y publicado por la misma editorial.
Nuestro poeta presentó su producción a los tertulianos indicándoles lo que suponía para él la poesía como un estado
emocional, unas veces, y otras, como un estado de gracia; en
realidad, una iluminación dentro del mismo acto creativo. Mirando su recorrido, Jose Manuel afirmó que cada libro suponía una evolución en su forma de escribir.
Después
de este relatorio, Jose Manuel Díez leyó algunos de esos poemas de
sus obras anteriores que él comentó conservaría. Recitó, entre
otros,
El maltrato y la enmienda.
Unos versos sentidos que terminan hablando de su pequeña maquina de
escribir Olivetti, su tesoro y alegría, a la que describe como una
muchacha de metal siempre amada. Después, declamó otro poema de su
obra
42
dedicada a la belleza del pájaro. Para luego seguir con los poemas
de La
caja Vacía.
De este libro leyó uno dedicado a
Basilio Sánchez,
EL OBJETO Y
SU CREACIÓN
Hay
un hombre sentado en esta silla.
Hace
ya mucho tiempo la creó con sus manos.
Pero,
¿le pertenece?
Él
mismo, con su esfuerzo,
taló
el roble propicio, apuntaló
la
homónima madera,
urdió
con gran pericia la trama de su asiento.
Pero,
¿le pertenece?
Hay
un hombre sentado en esta silla.
Sobre
esta silla cumple su descanso.
Sobre
esta silla apoya
sus
largos pensamientos. Sobre ella
morirá
cualquier día.
Pero,
¿le pertenece?
Otro
hombre vendrá a sentarse en la silla.
Al
finalizar su exposición todos convenimos en felicitarle siguiendo con una rueda de preguntas. Todos habíamos
tenido como tarea leer su obra Baile
de Máscaras. Nuestro poeta contestó con detenimiento a cada una de ellas.Así dijo, respondiendo al por qué escribió con esta estructura Baile de Mascaras, que tuvo como referencias a Traveling de Luis Felipe Comendador y Memorial del juego de EduardoGaleano; y sobre todo Rostros de KhalilGibrán.
La estructura de Baile de Máscaras es muy particular, se inicia los versos teniendo como punto central a un poeta-místico sufí para luego terminar con otro poeta trece siglos más moderno. Con este gesto literario parece que nuestro invitado tenía una intención decir como la poesía vence sobre cualquier circunstancia adversa.
Algunas preguntas apuntaron a
la base fundamental de su formación literaria. Para contestara ello, Jose
Manuel se remitió a la biblioteca de su casa. Allí aprendió-dijo- a ser
una esponja y a seguir aprendiendo. Sus poetas de referencia fueron
Lorca y Miguel Hernandez y en la música el flamenco. Ahora bien, dejó claro que estas fueron referencias primeras y que en ningún momento pretendióquedarse
estancado. Consideraba importante evolucionar. Es verdad que en un
principio coqueteó con el dialecto extremeño e incluso obtuvo un
premio por un poemario escrito en castúo. Sin embargo, cuando otros poetas y otras formas literarias llegaron a su vida, como
Goytesolo
o Pepe Hierro, todo fue cambiar.
Por
parte de algunos tertuliano se resaltó el hecho de ser esta obra,
Baile
de Máscaras,
un poemario con una carga ideológica, no política, grande. Se
consideraba un trabajo potente, más en el contenido que en la forma:
Y junto todo esto se observa una gran erudición, una gran riqueza de
fuentes. En Baile
de Máscaras
la poesía de Jose Manuel se observaba más madura de lo que fue
anteriormente. En este sentido, se vió en nuestro poeta un salto
cualitativo considerable. Para algún tertuliano, no presente, la obra de nuestro poeta está muy cercana a la poética del silencio. Muy trabajada y pulida. En algunos poemas-dice este tertuliano en su carta-se consigue un ritmo intensamente lírico donde la metáfora junto a otros recursos poéticos le dan una gran riqueza a la obra.
Añadió
que la idea del libro no está cerrada. Este es parte de un ciclo, un
continuar en la búsqueda sobre todo acentuando lo marginal, lo que
no cabe en la foto o lo que es lo mismo trazar versos que apoyen a un
tipo de persona que no sale en los catálogos de sociedad. En
resumen, en este poemario, que tuvimos la suerte de tratar con el
autor se ve una gran sinceridad. No en balde ha sido nominado al
mejor poemario escrito en este año por El
País.
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