martes, 24 de diciembre de 2013

El porqué de Página 72.

Nuestra querida Mila, en un correo el día de navidad respondía a la pregunta de algunos sobre por qué se llamaba la tertulia Página 72.

Ella argumenta su respuesta con estos datos tomados de la Wikipedia. Interesante aportación. Gracias por estar ahí atendiendo las demandas.

Glosas Emilianenses

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Página 72 del Códice Emilianense 60. Se aprecia la glosa al margen.
Las Glosas Emilianenses son pequeñas anotaciones manuscritas, realizadas en varias lenguas: latín, un romance hispánico (bien navarro-aragonés en su variedad riojana, biencastellano1 con elementos riojanos2 ) y vascuence medieval, entre líneas o en los márgenes de algunos pasajes del códice latino Aemilianensis 60 a finales del siglo X o con más probabilidad a principios del siglo XI. La intención del monje copista era probablemente la de aclarar el significado de algunos pasajes del texto latino. La importancia filológica de estasglosas, que no fue advertida hasta el siglo XX, se debe a que contenían el que durante un largo periodo se consideró como primer testimonio escrito del que se tenía noticia de un dialectoromance hispánico, es decir, la lengua vernácula hablada por entonces por el pueblo llano. Las Glosas Emilianenses, en total más de mil de las cuales unas cien están en romance navarro-aragonés en su variedad riojana, contienen además dos de ellas escritas en lengua vasca que constituyen también uno de los primeros testimonios escritos conocidos, no epigráficos, en dicha lengua.
Su nombre se debe a que fueron compuestas en el Monasterio de San Millán de la Cogolla(Millán o Emiliano procede del latín Aemilianus), perteneciente a La Rioja y por aquel entonces parte del Reino de Navarra, situado en la zona donde no se habló castellano hasta siglos después. Su valor se descubrió en 1911, cuando Manuel Gómez-Moreno, que estudiaba la arquitectura mozárabe del Monasterio de Suso, transcribió todas las glosas, alrededor de mil, y se las envió a Ramón Menéndez Pidal.
Debido a falta de rigor filológico se le atribuyó inicialmente y de manera errónea el sobrenombre de «cuna del castellano» a San Millán de la Cogolla (y a La Rioja por extensión),3 sin embargo, estas glosas no están escritas en castellano sino en navarro-aragonés4 en su variedad riojana y se han encontrado textos castellanos anteriores. El Instituto Castellano y Leonés de la Lengua (ILCYL),5 dató los Cartularios de Valpuesta junto con laNodicia de Kesos, como algunos de los registros con rasgos lengua castellana y leonesa más antiguos que se conocen.6 7 8 En noviembre de 2010, la Real Academia Española avaló los cartularios, escritos en «una lengua latina asaltada por una lengua viva», como los primeros documentos en los que aparecen palabras escritas en castellano, anteriores a las Glosas Emilianenses.9
La imagen lateral muestra la página 72 del Códice Emilianense 60 (que se encuentra hoy día en la Biblioteca de la Real Academia de la Historia). En ella puede apreciarse el texto de unahomilía en latín a la que el monje copista hizo sus propias anotaciones (glosas) en navarro-aragonés entre líneas y al margen del texto.

Las Glosas

Detalle de la Glosa de la página 72, la más extensa del códice.
La frase más larga de todo el códice se encuentra en la página 72. Se trata de doce renglones en los que se lee lo siguiente:
navarro-aragonés
Con o aiutorio de nuestro
dueno Christo, dueno
salbatore, qual dueno
get ena honore et qual
duenno tienet ela
mandatione con o
patre con o spiritu sancto
en os sieculos de lo siecu
los. 
Facanos Deus Omnipotes
tal serbitio fere ke
denante ela sua face
gaudioso segamus. 
Amen.
castellano
Con la ayuda de nuestro
Señor Don Cristo Don
Salvador, Señor
que está en el honor y
Señor que tiene el
mandato con el
Padre con el Espíritu Santo
en los siglos de los siglos.
Háganos Dios omnipotente
hacer tal servicio que
delante de su faz
gozosos seamos. Amén.
Dámaso Alonso denominó a esta oración «el primer vagido de la lengua española».10 Estudios posteriores de filólogos especialistas en lenguas romances han demostrado que nos encontramos ante romance Navarroaragonés en su variedad riojana

viernes, 20 de diciembre de 2013

Baile de Máscaras. Un diálogo con José Manuel Díez



                    Después de una comida de Jose Manuel Díez con los tertulianos de Página 72, en la que no solo se compartió la mesa sino también la palabra, nos dirigimos a nuestro habitual lugar de encuentro, el Ateneo Pacense. Y aquí, una hora antes de lo acostumbrado, iniciamos la tertulia.

                Comenzó nuestro poeta a exponer su bio-bibliografía. Aunque todos la conocíamos resultaba interesante oírla de su voz. José Manuel dijo que, en estos momentos, la Tertulia de Página 72 le daba la oportunidad de compartir la poesía, y de dialogar, desde una actitud positiva, del creador en  la búsqueda de su obra. En este sentido, resaltó que desde un principio había tratado de combinar música y poesía. La música, con una intencionalidad poética y la poética, guardando la musicalidad que le ofrecía la métrica libre. No hay que olvidar que él forma parte del grupo musical El desván del duende. Además, comentó que se había embarcado en la aventura del relato corto, aparentemente con un matiz poético aunque no es exactamente prosa poética.

              Jose Manuel Diez escribe poesía desde los 16 años siendo a partir de los 23 cuando empieza a publicar. El primero de los poemarios es 42, por ser cuarenta y dos los poemas que contiene. La edición corrió a cargo de la editorial, ya extinta, Nuevas Letras. Este libro expresa los primeros asombros, las primeras sensaciones, las preguntas más esenciales con la intención primordial de crecer. De este primer poemario, dijo nuestro poeta, salvaba tres poemas. En realidad, comentó, la elaboración de este libro supuso una experiencia interesante y muy especial por ser la primera.

             Pasaron tres años hasta que se publicó La caja vacía, Premio Ciudad de Cáceres Partimonio de la humanidad. En este momento, y por primera vez, nuestro poeta tuvo que hablar de lo que escribía. Para Jose Manuel se trataba de exponer las experiencias particulares, tan especial como la pérdida de su abuelo, o la de frustración ante las cosas que aparentemente parecen ser importantes y no lo son. El título, La caja vacía está tomado de uno de los poema del libro.Los versos de este- según dijo- resumía todo el poemario. Dedicado a Berta Antúnez dice así:

A veces, en la larga
media luz de este cuarto, en el silencio
de mis meditaciones, hallo el signo
de una vaga figura,
de un objeto cualquiera abandonado
al polvo progresivo de las horas,
tal como un abrecartas,
un taco de billar, dos posa vasos verdes,
una caja vacía.

Utensilios inútiles más allá de su uso
pero que, sin embargo,
sirvieron para dar cauce con ellos
-como con muchos otros a
la belleza vacua de los días,
y por los que recuerdo
realidades análogas tal vez más substanciales.

Al ver el abrecartas, por ejemplo,
pienso en Berta, en sus ojos, en sus manos
y en las cartas que un día tuvo a bien enviarme
desde el amor. Las cartas
que yo abrí con la urgencia del deseo
con aquel abrecartas afilado;
y era como romper con él la niebla
para encontrar la luz en las palabras.

El taco de billar me recuerda a Luisito,
a las tardes del Centro Recreativo;
a todas las partidas que no pudo ganarme
o que no le gané.

Bendita sea
la amistad en el juego y en la vida,
porque harán de uno y otra un solo triunfo,
una sola verdad de ser gozada.

Los posa vasos verdes
me traen a la memoria a Juan Antonio,
a nuestros recitales de poesía
entre copas de bourbon y teoremas
sobre por qué es más triste la alegría
de Hernández que ninguna.

(Nadie da nada aún por un poema;
aún menos cuando su belleza es triste.)

Y la caja vacía
-¿hay objeto más fútil que una caja vacía?-
me recuerda a mí mismo:
todo cuanto no tengo y me hace libre.


                          En este libro aparecen cuarenta y tres poemas, uno más que en el anterior. La caja vacía quiere expresar ese deseo de comunicar el escepticismos ante aquello que se vende sin más. Es como una contestación a este sociedad falsaria. De este poemario, igual que del anterior, salvaría-dijo- solo cuatro poemas. El esquema del libro es sencillo. Tiene dos partes: Caja vacía y Deseos.



                    Mas tarde surgió la idea de Baile de Máscaras. Un parto difícil de cuatro largos años. Aquí, rompe con la anterior manera de escribir. Nuestro poeta ya no habla en primera persona sino más bien en tercera. Sigue los trazos de Beaudelaire subrayando lo que somos, lo que queremos ser o incluso lo que dice la gente que somos. El libro terminó siendo premio Hiperion y publicado por la misma editorial.

                Nuestro poeta presentó su producción  a los tertulianos indicándoles lo que suponía para él la poesía como un estado emocional, unas veces, y otras, como un estado de gracia; en realidad, una iluminación dentro del mismo acto creativo.  Mirando su recorrido,  Jose Manuel afirmó que cada libro suponía una evolución en su forma de escribir. 

          Después de este relatorio, Jose Manuel Díez leyó algunos de esos poemas de sus obras anteriores que él comentó conservaría. Recitó, entre otros, El maltrato y la enmienda. Unos versos sentidos que terminan hablando de su pequeña maquina de escribir Olivetti, su tesoro y alegría, a la que describe como una muchacha de metal siempre amada. Después, declamó otro poema de su obra 42 dedicada a la belleza del pájaro. Para luego seguir con los poemas de La caja Vacía. De este libro leyó uno dedicado a Basilio Sánchez,

EL OBJETO Y SU CREACIÓN

Hay un hombre sentado en esta silla.
Hace ya mucho tiempo la creó con sus manos.
Pero, ¿le pertenece?

Él mismo, con su esfuerzo,
taló el roble propicio, apuntaló
la homónima madera,
urdió con gran pericia la trama de su asiento.
Pero, ¿le pertenece?

Hay un hombre sentado en esta silla.
Sobre esta silla cumple su descanso.

Sobre esta silla apoya
sus largos pensamientos. Sobre ella
morirá cualquier día.

Pero, ¿le pertenece?
Otro hombre vendrá a sentarse en la silla.



                     Al finalizar su exposición todos convenimos en felicitarle siguiendo con una rueda de preguntas. Todos habíamos tenido como tarea leer su obra Baile de Máscaras. Nuestro poeta contestó con detenimiento a cada una de ellas.Así dijo, respondiendo al por qué escribió con esta estructura Baile de Mascaras, que tuvo como referencias a Traveling de Luis Felipe Comendador y Memorial del juego de EduardoGaleano; y sobre todo Rostros de KhalilGibrán.

           La estructura de Baile de Máscaras es muy particular, se inicia los versos teniendo como punto central a un poeta-místico sufí para luego terminar con otro poeta trece siglos más moderno. Con este gesto literario parece que nuestro invitado tenía una intención decir como la poesía vence sobre cualquier circunstancia adversa.

                    Algunas preguntas apuntaron  a la base fundamental de su formación literaria. Para contestara ello, Jose Manuel se remitió a la biblioteca de su casa. Allí aprendió-dijo- a ser una esponja y a seguir aprendiendo. Sus poetas de referencia fueron Lorca y Miguel Hernandez y en la música el flamenco. Ahora bien, dejó claro que estas  fueron referencias primeras y que en ningún momento pretendióquedarse estancado. Consideraba importante evolucionar. Es verdad que en un principio coqueteó con el dialecto extremeño e incluso obtuvo un premio por un poemario escrito en castúo. Sin embargo, cuando otros poetas y otras formas literarias llegaron a su vida, como Goytesolo o Pepe Hierro, todo fue cambiar.

             Por parte de algunos tertuliano se resaltó el hecho de ser esta obra, Baile de Máscaras, un poemario con una carga ideológica, no política, grande. Se consideraba un trabajo potente, más en el contenido que en la forma: Y junto todo esto se observa una gran erudición, una gran riqueza de fuentes. En Baile de Máscaras la poesía de Jose Manuel se observaba más madura de lo que fue anteriormente. En este sentido, se vió en nuestro poeta un salto cualitativo considerable. Para algún tertuliano, no presente, la obra de nuestro poeta está muy cercana a la poética del silencio. Muy trabajada y pulida. En algunos poemas-dice este tertuliano en su carta-se consigue un ritmo intensamente lírico donde la metáfora junto a otros recursos poéticos le dan una gran riqueza a la obra. 


                            Añadió que la idea del libro no está cerrada. Este es parte de un ciclo, un continuar en la búsqueda sobre todo acentuando lo marginal, lo que no cabe en la foto o lo que es lo mismo trazar versos que apoyen a un tipo de persona que no sale en los catálogos de sociedad. En resumen, en este poemario, que tuvimos la suerte de tratar con el autor se ve una gran sinceridad. No en balde ha sido nominado al mejor poemario escrito en este año por El País.  


martes, 10 de diciembre de 2013

José Manuél Díez en Página 72

                   


             El próximo día 13 tenemos el honor de encontrarnos en la Tertulia de Página 72, con José Manuel Díez. 

                        Si tuviéramos que presentarlo tendríamos que decir de él que hace treinta y cinco años nació en Zafra. Y además, que los ocho últimos años se ha dedicado de manera, casi frenética, a crear teniendo hasta el momento publicado tres poemarios: -“42” (Editorial Nuevas letras), “La caja vacía” (Editorial Visor); “Baile de máscaras”(Editorial Hiperión).  En estos momentos está corrigiendo su primer libro de relatos cortos, que próximamente publicará  la editorial sevillana Isla de Siltolá.

                           Hay que anotar, como de interés, que a  nuestro escritor se le incluye en algunas antologías de poesía extremeña de los últimos años, como Rutas literarias, 2007, Encuentro en Guadalupe, 2008, “Colección Baluerna, 2010”, “Compañeros de viaje, 2011” y “Matriz desposeída, 2012”. 





                       Su forma de llegar  al lector es muy directa tal es es así que sus poemas están traducidos al inglés, portugués y chino.

                 Nuestro poeta, cultiva otros géneros literarios, como el relato corto, el artículo de opinión y la poesía visual. Compagina todas estas disciplinas con la creación musical, como principal autor y vocalista del grupo extremeño El desván del duende, con una trayectoria de más de 700 conciertos en diez años y tres disco publicados hasta la fecha: “Eres buena gente”(2007), “Increíble pero cierto” (2009) y “Besos de cabra” (2012). En la actualidad, está preparando su cuarto disco y produciendo el espectáculo poético-musical “Lecciones de ingravidez”, donde recita y canta por primera vez acompañado de piano.




                Algunos de sus poemas revelan esa forma inquieta de mirar la realidad como este, EL OBJETO Y SU CREACIÓNde su poemario LA CAJA VACÍA (XVIII Premio Cáceres, Patrimonio de la Humanidad)




                                                                                               A Basilio Sánchez
Hay un hombre sentado en esta silla.
Hace ya mucho tiempo la creó con sus manos.
Pero, ¿le pertenece?

Él mismo, con su esfuerzo,
taló el roble propicio, apuntaló
la homónima madera,
urdió con gran pericia la trama de su asiento.
Pero, ¿le pertenece?

Hay un hombre sentado en esta silla.
Sobre esta silla cumple su descanso.
Sobre esta silla apoya
sus largos pensamientos. Sobre ella
morirá cualquier día.
Pero, ¿le pertenece?


Otro hombre vendrá a sentarse en la silla.




                   SUS WEBS:


martes, 3 de diciembre de 2013

Geometría de la Soledad. Miguel Angel Navarro.

                  

              El día 8 de noviembre, después del puente de los Santos, se tuvo la segunda reunión de Página 72. Una reunión a la que asistí después de un alta hospitalaria por haber tenido una intervención de arritmia. La amabilidad y generosidad de Antonio Castro hizo posible que estuviera para escuchar a Miguel Ángel Navarro que nos exponía su proyecto de novela Geometría de la Soledad.

                    En el Cajón de Sastre inicial una tertulina  propuso que para cerrar la tertulia, además de un aforismo, podría leerse un poema corto de algunos de los tertulianos. Además, se presentaron algunos de los libros para llevar. Esto es algo que puede resultar interesante una vez que se coja la mecánica de llevar un libro de interés para leer y devolver al mes siguiente.

                   Comenzó Miguel Ángel presentando su novela Geometría de la soledad. De esta hizo algunas anotaciones de interés. Entre otros asuntos, habló que con esta obra, su pretensión inicial era la de ampliar la novela del año anterior. Sin embargo, comprobó- según él-que la novela había tomado otro sesgo, ya que el personaje que se le apareció, le fue dando ideas, unas veces desordenadas y otras caóticas. De esta forma, nuestro tertuliano describió su particular modo, azaroso-aventurero, de escribir. Para él es el personaje el que le va marcando las pautas de la trama a desarrollar; como un a modo de genio-musa que le lleva por los vericuetos del enredo.


                    Los contertulios iniciaron su ronda de comentarios subrayando el valor de Miguel Ángel en este oficio de escribir. Es complicado, se dijo, hilvanar ideas y plasmarlas en el papel como nuestro tertuliano lo está haciendo. Se anotó también que en esta entrega de nuestro novel escritor había aspectos interesantes y arriesgados. Para la mayoría de los tertulianos, de esta obra en ciernes lo más relevante es el final.

                    Según la opinión general- esta novela da para otras novelas. Así, por ejemplo, hay aspectos de la obra, como las referidas al tema sexual que podrían ampliarse. Es el caso de unas secuencias con Magda, uno de los personajes, donde se dice de ella que le atraía lo indecoroso, todo lo permitido a los hombres en la sociedad de su época le atraía, el vino verdejo color caña que bebía su marido, fumar, andar desnuda por la casa y verse reflejada en un espejo del pasillo cuando iba de un cuarto a otro. Era atrevida, y aunque al principio simplemente se dejaba poseer por su marido, con el paso de los años fue encontrando nuevas opciones.” Este trozo, con posibilidad de ampliarse en un capitulo donde la sexualidad femenina desborde. No hace falta ser Gala para, como él, meterse en el pellejo de una mujer al modo de la Pasión turca.

                 “Nuestro autor, dijo un tertuliano, es un “pozo de sondeo” donde hay muchas cosas interesantes que hay que decantar”. En realidad, y en eso coincidimos todos, estamos asistiendo al proceso de un escritor que cada vez más sorprende. La tenacidad de Miguel Ángel le está haciendo progresar en la buena dirección. De esta manera se observa que en esta entrega hay mucha más naturalidad en los diálogos que en los escritos anteriores. Con esta obra, nuestro novelista en ciernes, sigue las pautas que él mismo indica en esta obra: Aunque no lo creamos todos tenemos una estructura de pensamientos (metafóricos). Somos (la) especie que relaciona ideas, aparentemente inconexas, para visualizar una realidad que a primera vista se nos escapa. De hecho, la mayoría de las palabras no se originaron por onomatopeyas sino por casualidades musicales y relaciones metafóricas.

                      Para nuestro autor escribir es algo divertido con todos los riesgos que supone hacerlo. Este comentario sirvió para hablar del elemento disciplinar que la propia escritura impone, que -según algunos- no siempre es divertido.En este sentido se anotó que merece la pena diferenciar entre el divertimento mientras se escribe y el respeto al lector que después va a ver el trabajo hecho. Es importante la disciplina y la técnica aunque estas se conviertan en un potro de tortura” necesario. 

                  En resumen, agradecemos la valentía de Miguel Angel al presentarnos esta obra Geometría de la soledad por que desde ella nos hizo entrar a todos en una discusión donde el hecho de escribir es un trabajo que conlleva una cierta fatiga, como expresa en sus páginas finales: “Por fin, agotada se quitó guantes y vestido, se aseó un poco en la pila y se puso su camiseta preferida con la que acudió a sentarse sin fuerzas frente a la pared.” Nuestro tertuliano en su próxima entrega,  nos seguirá sorprendiendo gratamente. Su obra, después de un trabajo concienzudo será, como expresa en boca de la protagonista de la novela, “ (la envidia de los dioses) que anhelan la intensidad de lo efímero...".