sábado, 8 de octubre de 2011

Presiento que te has ido.

Te llamo y no responde la voz de tantas veces,
aquella voz apenas pronunciada,
ávida de mi voz,
rota entre dos palabras.

Presiento que te has ido para llegar muy tarde,
pero olvidas, amor,
que el silencio me abre sus portales y entro
a tu rincón vacío,
al rincón donde vuelven tus pasos todavía.

Cómo escucharte en vano,
si me arrimo a los talles de tu sombra de agua
y me duelen caricias,
si aún respiro el sudor que dejaron los gozos
en los cántaros húmedos de tu cuerpo y mi cuerpo,
si me busco en tus bronces y en la piel de tus ríos,
en la piel de tus brazos curtidos de abrazarme.

Cómo escucharte en vano,
si despierto y te finjo de espejismos y ausencias.
Cómo escucharte en vano, amor,
si me arrastra contigo la vida que no tengo.

Amor,
ave perdida de inesperado vuelo,
rompes el aire y el aire te destierra.
Ave perdida de inesperado vuelo,
surcas el mar, muy lejos de tu río,
y el mar
no es una boca abierta, fecunda y derramada,
es un beso cambiante, sediento de otras aguas.

Amor,
ave fugaz que emigra al mar de su agonía...

(Bajo la piel del agua)

6 comentarios:

faustino lobato dijo...

Para mí este es el mejor de tus poemarios. Aunque a decir la verdad mi sentimiento está mediatizado porque este es el primero de los que leí en un momento complicado de mi vida...releí tanto estos poemas que algunos me los sé de memoria.
Este, en particular, me encanta.
Pasa de ese presentimiento cierto de la ausencia a la agonía aceptada de lo ausente. Y hago esta salvedad de diferenciar "la ausencia", como algo transitorio y "lo ausente", como algo firme sin vuelta atrás.
Cada una de las estrofas es un canto maravilloso al amor ausente donde la voz y los silencios toman protagonismo. La voz para llamar el silencio para aguardar.
La escucha es la melodía anafórica de las estrofas centrales. Escuchar con la carga metafórica de las sombras,de los gozos,de la piel, y de la vida que arrastra aun sin tenerla.
Un poema donde el nombre del amor terminan con otros nombres, con la encarnación de un ave perdida, fugaz. Términos que hablan de la fragilidad de los absolutos en nosotros. Porque es esto en lo que se convierte el amor ausente en un ave fugaz que la memoria no trae salvo la agonía del recuerdo.
Gracias Trinidad por este poema. Es un lujo tenerte entre nosotros. Un abrazote fuerte.

Trinidad Ródenas Alcón dijo...

Gracias a ti, Tino, por saber entender mi poesía, por saber entenderme. Yo también tengo un apego especial a este libro.
Es muy importante para mí tu opinión, tu mirada crítica. Aprendemos mucho contigo. Un abrazo.

María Blázquez dijo...

Nadie podría hacerle un comentario a tu poema mejor que el que acaba de hacer Tino...
Yo no he leído el libro pero sabes que lo añoro y cada gota que dejas caer de él me empapa el alma.
Precioso, impecable, reflejo de ti, querida Trini, querida poeta.

Un abrazo.

Miguel Angel dijo...

Hola Trini. Tu poesía es madura, asentada, gusta leerla porque te envuelve.
El primer verso sugiere e invita a seguir leyendo.
Como te dije la otra vez que publicaste un poema en el blog, la isotopía la manejas con destreza, y el lector navega por el contenido de tus versos. ( voz, silencio, olvidas, rincón vacío, ave perdida, fugaz, mar)
Enhorabuena. Gracias por compartir.

Mamen Alegre dijo...

Querida Trini:

Delicioso poema nos regalas, lento, armonioso y con el peso de lo que se elabora al abrigo del oficio.

Felicidades para ti y para nosotros por tenerte.

Un beso

Mila dijo...

Yo también recuerdo este poemario tan bien escrito, tan limpio, tan redondo, tan blanco, "la hostia en verso" nunca mejor dicho, tal y como lo recordaba en la tertulia. En serio, es un trabajo excelente. Bss.