Alquimista de mis pensamientos
en esta muchedumbre de ideas
que agota la paciencia
me entreno en el amor
mucho más cerca de mí
de lo que tú estuviste nunca.
A salvo de las caricias ingenuas
de dos adolescentes, me crezco
en otra página, con otro nombre
menos tuya.
1 comentario:
Sigue la matraca de lo adolescente...uffff, si lo quitaras el poema volaría...Un abrazote
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