No me repugnan sus cuerpos degollados
ni el barro que cubre vestidos y fusiles
me seduce el silencio al final de la batalla
necesito abrazarlos
la cinta roja que manó de sus heridas
me encadena
deseo enjugar, todavía cálido,
el sudor en sus frentes derrotadas
lamerles quiero el miedo que traslucen
los espantados ojos
y acercarme despacio hasta sentir
el frío que es la guerra.
2 comentarios:
Siempre es complicado hacer un poema de denuncias, y sin embargo hay personas, como tú, que saben darle ese toque profundo que hace mirar donde molesta. Gracias por estos versos Mila, gracias. Un abrazote. Tino
Son versos fuertes y directos, llegan. Me gustan Mila, un abrazo.
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