lunes, 31 de enero de 2011

Te hablo mientras el tren siega la noche

Esta mañana me he encontrado con la grata sorpresa de descubrir el blog de un poeta de raza, de esos que están ocultos y que un grupo de personas, privilegiadas diría yo, conocemos. Se trata de Ramón Carballal, "un poeta galego muito interesante". Le doy las gracias por dejar colgar este poema en nuestro espacio y por ser, como es, un ser de gran sensibilidad que merece la pena seguir por lo que aporta. Al foro Libertad 8 le daba altura con sus posteos. Merece la pena visitar su blog " La verdad azul". Disfrutemos de sus letras.




Ven, acuesta tu brazo sobre el frío.

Es largo el tiempo de los rótulos cuando mi cadáver
arroja una estalactita siniestra.

Es largo, sí, el eclipse de una vida
con el cóndor y el mapa, con los trenes sin ocaso
o sus ventanas ciegas.

¿adónde el limite o el espejo del marfil?

Tiempo y metástasis, luces ¿de qué color?
y esa sombra que advierte la sincronía del reloj
o los sueños con su vértice de hojalata.

El viaje como un corazón sombrío, lunas que ríen
tras el pulgar amarillo, sonidos que han caído despacio
en el eco de un pensamiento.

Yo no sé de la llave, me acompañan los músculos
de la noche y el hogar sin dientes de lo posible.

¿Por qué no he pensado hojas? Brillan los cristales
y un ritmo inexacto nos conmueve.

Somos un acaso, un libro sin pretérito, la palabra
que se almidona como una verdad.

Nos basta un nombre para sentir el silencio
(y hay color y memoria, y signos
y el gusto amargo de una flor inmensa
y los ojales que cabalgan entre la mano maquillada
y los azulejos blancos).

¿era invierno? yo vi la isla y soñé el pétalo y su eterna niñez.
Bajo el ágora los fusiles mienten, el sol es un aeroplano
que cabecea como un pájaro hermafrodita.

Un verso hubiera ensombrecido el dolor,
tan sólo un verso entre las rosas sin espejos.

Me duelen las palmeras o los teléfonos que hablan
de si, de otro, de quizá.

Yo escribo con el rigor perfecto de una herida,
pongo adjetivos de metal, me desnudo sin entender la piel.

Y te busco.

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