Ayer lunes 24, Juan Bello, escribió algo sobre el poema que merece la pena, así como darse un paseo
por su blog.
El poema es un vagabundo que cita a Kafka
y rápidamente encoge sus ojos.
Como los días soleados de invierno
o las madrugadas de acero inoxidable.
El poema cae dentro de un espejo, es rímel.
O tal vez una pequeña lágrima de alcohol
que quiebra los labios
justo cuando el reloj se queda sin más arena.
Publicado por juan bello
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