El armario gritando sobre
un campo de batalla,
paisaje desordenado.
Verdes suaves, amarillo chillón,
naranja teja de otoño,
azul sabor aguacate.
Chaquetas, camisetas y
blusas, se miran con asombro.
Un torbellino ha pasado,
pantalones cortos se suben
sobre faldas y pañuelos.
En el suelo, unos tacones
quieren arar y otros
disparan al techo,
un sujetador hace
de vigía.
Tu paisaje te delata y
yo te imagino,
por tus huellas te conozco,
por tus huellas te quiero.
6 comentarios:
Querido amigo si el armario tiene que gritar es mejor que lo haga en presente de indicativo no en gerundio.
“El armario gritando sobre
un campo de batalla,”
….
La descripción de los colores mejor colocarla sin tantas adjetivaciones. Resultan muy recargadas las frases.
“Verdes suaves, amarillo chillón,
naranja teja de otoño,
azul sabor aguacate.”
Aquí en “Chaquetas, camisetas”… la asonancia es tan brutal que ralentiza el verso y
hace incomoda su lectura
La penúltima estrofa es tan críptica que al final no emociona aunque pretenda sugerir entre tacones y sujetadores.
“En el suelo, unos tacones
quieren arar y otros
disparan al techo,
un sujetador hace de vigía.”
Y en esta estrofa última el “yo” sobra va implícito “
“Tu paisaje te delata y
yo te imagino,
por tus huellas te conozco,
por tus huellas te quiero.”
Ah! y me alegra que sigas escribiendo en verso...no te olvides de seguir leyendo a los grandes. Un abrazote
Me parece original la temática del poema. Buena idea Miguel Ángel. Respecto a lo demás, Tino lo ha dicho todo, de lo cual yo también aprendo y me aprovecho, je,je...
Un abrazo.
Metáfora: campo de batalla por cama donde las ropas se pelean.
Personificación: armario gritando, pantalones que suben, tacones que disparan.
Sinestesia: azul sabor aguacate.
Metonimia: tacones por zapatos, vigía por campo de batalla, y todo el poema es una
metonimia, porque habla de una persona a través de sus objetos.
Enumeración, aunque asonante: chaquetas, camisetas y blusas. Faldas y pañuelos.
Y alma, como dice brachelli, porque hay ideas y sentimientos entre y debajo del poema,
como lo rápido que rueda el tiempo a veces, o sobre todo como querer a tu pareja pasa muchas veces por escucharla, aceptarla, y convivir con sus singularidades con disfrute y alegría.
Hola Tino, tienes que relajarte cuando leas mis poemas.
Soy nuevo, y soy experimental, ya sabes que por suerte
hay multitud de corrientes poéticas, y no sólo está la sintética
y hermética por densa. Al fin al cabo se trata de divertirse,
y de sentirse bien creando, aunque sea de forma asonante y sin
conceptos encriptados.
Me dices:
"La penúltima estrofa es tan críptica que al final no emociona aunque pretenda sugerir entre tacones y sujetadores.
“En el suelo, unos tacones
quieren arar y otros
disparan al techo,
un sujetador hace de vigía.”
Tino, no está encriptado, es mucho más simple y fácil: son imágenes
que aportan al paisaje desordenado, es decir, unos zapatos de mujer, unos boca abajo y otros boca arriba, y un sujetador que no está guardado en su cajón, sino posiblemente en lo alto del cabecero de la cama. A veces debes quitarte las gafas de pureza poética, para disfrutar más.
Un abrazo, y gracias por tus comentarios.
Miguel Angel, querido amigo, estoy muy pero que muy relajado cuando leo tus poemas, jajajjaja. Y claro que he entendido el desorden que indicas cuando hablas de unos zapatos uno de pie y otro boca abajo. Pretendía indicarte algunas cuestiones que ayudaría a ser más sencillo, y no hablo de esa estrofa sino de las otras. Además, me parece interesante el análisis que haces de lo que escribes...sé que cuando pones algo tiene una intencionalidad, claro que sí. Bueno, sigue disfrutando de tus poemas, los demás lo hacemos leyéndolos. Un abrazote amigo...estás en la línea.
Publicar un comentario