Este es un poema de Eugenio de Andrade publicado en la página de la fundación.
Son igual que un cristal,
las palabras.
Algunas, un puñal,
un incendio.
Otras,
llovizna apenas.
Secretas vienen, llenas de memorias.
Inseguras navegan:
barcos o besos,
las aguas estremecen.
Desamparadas, inocentes,
leves.
Tejidas son de luz
y son la noche.
E incluso pálidas
aún recuerdan los verdes paraísos.
Quién las escucha?, quién
las recoge, así,
crueles, deshechas
entre sus conchas puras?
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