martes, 26 de julio de 2011

La pregunta



.
.
Cuando el dolor es viento,
ahueca la palabra
su corazón, que es vela, 
y las olas se asombran.

Tan delgadas sus manos
puestas en la razón,
que al creerla tan suya
me devuelve impoluta
la caricia del aliento.

Puedo gritar,
sin sobresaltar las plumas
de sus tiernas alas,
provocar un oleaje de brazos
que no afecte a su corriente,
flotar en la taza
de su cara de cielo.

Pero no puedo lamer
lo seco de sus ojos,
ni hundirme en la infancia
que me haga soñar
con el hueco perfecto,
para un verso milagro.

Rompe a correr la noche,
hay un vapor de hormigas
que trota y me despierta;
quien vigila su luz
se cubre con la peregunta
que ofrece para mis hombros:
¿Qué se puede hacer
ante el dolor de un ángel?
.
.

Fotografía: Puente de Triana desde el río.

7 comentarios:

faustino lobato dijo...

La última estrofa me ha dejado perplejo...y me ha sugerido unos versos que pronto publicaré...Gracias por compartir.
¿Te ha gustado el poema de Antolín Amador?
Un abrazo, Tino

Mamen Alegre dijo...

Querido Tino:

Conozco los poemas de Antolin de cuando visitaba pp y no existe uno que no me guste. Es fantástica su poesía. Sueles acertar de pleno con los poetas que nos traes.

Acabo de llegar, en cuanto pueda me pongo al día con las entradas anteriores.

Abrazos a todos

Miguel Vivas dijo...

Hay un vapor de hormigas... Esta me la anoto compadre. Un saludo!

José Manuel Vivas dijo...

Mamen, Mamen..., nos vas a volver más locos de lo que ya estamos..., pero me encanta tanta magia en las palabras, tanta imagen, tanta parábola, toda la acrobacia de tus versos. Nos vemos...

Mamen Alegre dijo...

Jeje José Manuel... Sabes que no me gusta explicar mis poemas, pero cuando nos veamos y te cuente el hecho que lo inspira, lo comprenderás a la primera. Espero que lo disfrutes hasta entonces. :)

Besos.

Mamen Alegre dijo...

Miguel... :S , creo que sería: ¿comadre?

Uff nunca me llamaron de este modo. :D

Miguel Angel dijo...

Podemos personificar a un animal, los lobos hablaban entre ellos,
O una cosa, las piedras se bañaban en la orilla,
O una cosa más etérea o distante, la noche dormía, pero mamen ha llegado más allá personificando conceptos unas veces abstractos y otras escurridizos: el dolor es viento,
ahueca la palabra, sus manos puestas en la razón, se cubre con la pregunta, y este escorzo es bello.
(continuará...)