Demasiado enfermizo, lo que me rodea.
Salir indemne será como intentar que el agua
no se cuele entre los dedos.
¿Cambiar el destino como si fuéramos dioses
obligados a permanecer eternamente arrogantes,
cambiar la esencia de predicar en el vacío
y ser pacientes hasta la anestesia?
Reclamo el derecho a la negación
y el de caer en el abismo,
llamo a la contemplación de la duda
al incendio glorioso de todas las banderas.
No hay más liturgia que este momento
preciso.
No hay más respuesta que este instante
único.
4 comentarios:
Me ha encantado. En fondo y forma. En contenido porque es tremendamente existencial y directo y nos arranca de nuestros conformismos. En la forma, porque el contenido está en un verso libre que se rompe para señalar las palabras importantes. este es el caso de las dos estrofas finales donde: preciso y único marcan esos versos de negación: No hay más liturgia, no hay mas respuestas...
Precioso el poema. Es de lo mejor que te he leído.
Gracias Mila por compartir.
Un abrazote.
Tino
Estoy con Tino (que lo ha dicho todo), me ha encantado por su rebeldía, la fuerza del poema y su compostura. Enhorabuena.
Poemazo Mila. Yo también reclamo el derecho a vivir sin anestesia.
Besos.
Los duendes de la informática ponen y quitan los comentarios, bien, lo repito. Muuuchas gracias, a los tres, la verdad es que me cuesta bastante mantener la intensidad, pero ahí estoy. Me anima muchísimo que os parezca bueno. Bss.
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