jueves, 11 de agosto de 2011

Revolución

Desde mi descanso veraniego, voy recibiendo noticias del mundo con cuentagotas, pero suficiente como para seguir alerta y preocupado. En mi febril pensamiento he llegado a meditar sobre el papel que nosotros (los/as poetas) deberíamos empezar a tomar en todo este asunto. Qué deberíamos escribir, sobre que asuntos y/o que temas tendríamos que tocar (todo esto mientras escucho "Días y Flores" de Silvio Rodriguez en la espléndida voz de Katia Cardenal), y me sacude una cierta vergüenza por no ser más "revolucionario". Así que os invito a la revolución y a escribir sobre las miserias de este mundo es decadencia. ¡Actuemos!

Y como nada mejor que dar ejemplo aquí os dejo un poema lleno de rabia (y vergüenza humana).

Somalia.

Los desprovistos pechos
el vacío ecuánime
de los cántaros
el fuego agotado
de los huesos
las huecas miradas
moribundas
de los niños

Otro ocaso nos precede
a este martillo
de hambres
y olvidos
polvo sobre el polvo
sangre en los fusiles
sombras que no se alejan

…y aquí el poeta que llora
por un desamor
que aún no existe

Bordar la palabra
enredar el hilo
de un grito
y mirar abajo
dónde la luz
no se precipita
porque no tiene
un mísero relámpago
que llevarse al corazón.


6 comentarios:

faustino lobato dijo...

Es cierto Jose lo que dices. Tendríamos que tomar más partido por la causa de estos que no salen en la foto de las multinacionales, apostar por los desheredados y escribir con más contundencia. Pero es también cierto que hay muchos voluntarios y voluntarias que están escribiendo con su hacer diario in situ, estos son los versos vivos de un mundo injusto, de una sociedad corrupta que mira desde su hartazgo para otro lado...
Escribamos y seamos otros "Benedettis", para mí el mejor autor poético de lo social...
Un abrazo

Ah, te recomiendo kiosko.net para mirar los periódicos de todos los lugares, incluido Extremadura.

faustino lobato dijo...

Ah, el poema me ha gustado mucho, especialmente la última estrofa. Otro abrazo

Miguel Angel dijo...

Hola Bracelli.
El tono del poema está muy bien conseguido en las dos primeras estrofas, con imágenes acertadas , como sombras que no se alejan,cántaros vacíos, fuego agotado...
Luego viene una inflexión muy bien colocada en medio del poema, de corte, y que transmite la denuncia del poeta, por su falta de compromiso o frivolidad que le llora a un desamor que aun no existe. La última estrofa engarza al inicio con la anterior, en la poesía como juego o recreación: "bordar la palabra, enredar el hilo", para chocar y deshacerse en la cruel realidad, el grito y una luz que no se precipita...
Es una interpretación muy personal como lector, que seguro que no coincide con la del autor, pero no importa, porque si te gusta un poema, al leerlo te apropias un poco de él.
Enhorabuena por este poema y gracias por compartir.

faustino lobato dijo...

Cuando el escrito se publica se convierte en otra realidad diferente a la intencionalidad primera del autor al escribirlo. El hecho de leer algo es reconvertirlo con una nueva interpretación.En buena hermenéutica esto es así y si no que se lo pregunten a Gadamer. Has hecho muy bien Miguel Angel, tu comentario es el mejor tributo a la generosidad de Jose...Todos los lectores contribuimos a enriquecer los textos...después de ser publicados...
Un abrazo para los dos-

José Manuel Vivas dijo...

Gracias a los dos por vuestros comentarios y aportaciones. Estoy con ambos en que la creación cuando se hace pública ya pertenece a cada una de las personas que la recibe, y, obviamente, la interpreta a su criterio. A ver si os animáis a seguir esta cadena de poesía denuncia. Ah, Miguel, no me pongas Bracelli, que es un seudónimo para los desconocidos, para los amigos soy Jose o José Manuel, a tu gusto. Un fuerte abrazo a los dos.

María Blázquez dijo...

Estoy de acuerdo con los tres en cada una de las cosas que tratáis.
El tema que propone José Manuel ha existido siempre, la revolución y la protesta unida a todas las artes.
José Manuel, en el poema interpreto lo que nos quieres transmitir, pero también intuyo el hastío personal que puede haberte hecho caer en la cuenta de todo lo que nos expones. La última estrofa me encanta, contundente, sentida y rítmica.

Un abrazo.