Sito Lerato, la emoción de la rima.

El día 9 de mayo, nos volvimos a reunir en el Ateneo pacense y esta vez para comentar el trabajo de Jose Manuel Sito Lerate, tertuliano de Página 72. Nuestro poeta nos aportó con antelación el trabajo titulado: ¿La aritmética del sonido es la gramática del silencio? Fue él mismo quien nos presentó el trabajo al comenzar la reunión.

Un trabajo de doce poemas largos y estrofas cortas perteneciente a un poemario más extenso.Al inicio de la presentación Sito nos leyó un poema, Alzehimer, inspirado en un su tío.

Pienso, pero en nada pienso y porque

se me ha muerto el pensamiento, esto que escribo

no sé como lo escribo, esto que redacto no sé como

lo pienso, en realidad no pienso en nada, si alguna

vez pensé lo pensé todo, pensar en nada no vale un

pensamiento.

Los tertulianos resaltaron del poemario la ternura y personalidad del trabajo indicándole a Jose Manuel que sus poemas cobran un sentido y valor mayor cuando son escuchados de su voz. Es importante anotar que nuestro tertuliano es un gran rapsoda. A este respecto, despues de oir el recitado de los poemas queda la duda del protagonismo del escritor o la del rapsoda. Sea quien fuere los dos son importantes. Los poemas se engrandecen con el recitado, personalisimo, de Sito.

Independiente de las revisiones que el trabajo necesita el trabajo efectuado tiene una buena factura de rima clásica. Interesante comparar varias formas de hacer como se demuestra en dos poemas del trabajo, MELANIA y CUENTOS DE BRUJAS. Así, en el primero dice.

Yo estaba en la prisión del sentimiento,

que en ese calabozo de emociones,

no de cuatro, de cuatro mil rincones,

cuando le dije –“Amor, cuanto lo siento,

ahora me voy mas vuelvo al mediodía

porque tres horas no durarán año,

tardo en volver dos calles y un peldaño,

luego haré foto a tu fotografía.

Y en CUENTOS DE BRUJAS dice:

Al que ya no tiene Dios,

al que está solo en la tierra,

al que rabia escupe y traga,

al que cree que esto es la guerra.

(...)

Es una poesía muy de Sito, muy machadiana e irónica e incluso algo teatral. En realidad Jose Manuel, y esto es uno de sus grandes valores, trabaja mucho lo que escribe. Nuestro autor, dijeron los tertulianos en su mayoría, domina los recursos de la poética, es un virtuoso del que se espera aún más. Se cita uno de los poemas del trabajo presentado como este de LAGARTIJAS AL SOL

“Que nadie fue niño sólo los domingos,

que nadie es lagartija al sol sólo de viejo”.

Desde el primero de mis poemas hasta el último,

cuando escribí afirmando o negando no hice en realidad

otra cosa que preguntarme, y preguntándome como ahora

voy a hacer en realidad no hago otra cosa que afirmar y negar:

¿el cielo tiene puerta giratoria?, ¿va uno de fin de semana al

purgatorio?, ¿el infierno es un carámbano podrido?, ¿en el limbo

hay un tiovivo de feria?

Es en RECONCOMIO donde vemos a nuestro autor soltarse en otra aventura poética fuera de las lindes clásicas:

Cuando ella tenía el alma de muérdago y yo

el corazón de gárgola no nos buscábamos aún, nos

encontramos cuando ella ya tenía el alma de jade y

yo el corazón de sépalo, fue entonces siendo ella un

racimo de encantos y yo un manojo de nervios cuando

nos gustamos, simbiosis que resultó un tiempo perfecta,

mas como lo nuestro duró más que tenía que haber

durado lo nuestro, y como no dura más de seis domingos

enteros el embrujo de un arpa, un día sin sol y ya para

todos los días con sol nos despedimos, pero sin darnos

cuantos brazos y abrazos pueden darse en el último

abrazo, quizás porque antes nos hicimos añicos sin

saberlo los dos, sin quererlo los dos, o incluso por

querernos los dos.

Varios años después volvimos a encontrarnos,

pero ella ya no tenía el alma de jade ni yo el corazón

de sépalo, cuando volvimos a encontrarnos ella ya ni

siquiera tenía el alma de muérdago ni yo el corazón de

gárgola, sólo dijo hola y mi nombre, sólo dije hola y

su nombre, y a los dos, lo supe entre miradas, nos dio

reconcomio de que lo nuestro ya hubiera sido el

capítulo leído de un libro viejo.

En todo el trabajo poético que Sito Lerate presentó a la tertulia, el setenta por ciento esta construido en versos rimados y el resto en verso libre. Sea como fuere los tertulianos apreciaron el valor que él le da a un trabajo, a una tarea que nuestro autor ha mantenido día a día durante treinta años. Jose Manuel, tiene en su haber dieciséis poemarios y de ellos algunos publicados, como El ala de tu fuga; El todo de mi nada; Poemas escogidos y Una suma de silencios. Por esto mismo, y a pesar de recibir la enhorabuena, se insistió que él, como escritor y tener un oficio aprendido, tiene la posibilidad de salir de ciertos corsés. No obstante ninguno somos nadie para indicarle a otros el trabajo que ellos tienen que hacer, salvo, como es el caso, que el autor te lo pida. Sito, nuestro Sito, tiene un estilo personalísimo que algunos apreciaron e incluso se identificaron con él. Valga esto para exponer los tres últimos poemas del trabajo comentado. En MIL LIBROS aclara que es para él escribir y apunta con esa ironía incisiva que esta rico oficio no saca de pobre que es vocacional si es que se tiene:

¿Y en qué consiste escribir? :

ni más ni menos que en crear,

mil libros que has de firmar,

que no dan para vivir.

En el siguiente poema, PRECIO, pone su mirada directamente en la obra y con tono de preocupación economicista dice:

¿Qué es un libro? : es un tesoro,

y cada letra un zafiro,

y cada coma un suspiro,

¿precio? : mil acentos de oro.

En el último, con el que cierra el trabajo, llamado, EL TE QUIERO AGUADO, expone con la flema más rotunda que el amor, más allá de la palabra, no se escribe se vive.

¿Y pues se secó el tintero

cómo escribir verbo amar? :

si mojo pluma en el mar

me saldrá aguado el “te quiero”

Gracias Sito por devolvernos a la emoción de la rima, a la del soneto bien formado, a esa escuela de la ironía que los inteligentes comprenden y los escépticos alaban.

Después de esta presentación, Patro nos leyó unas notas de su hijo Ernesto que por estar de trabajando en el extranjero-como muchos de nuestros jóvenes- no pudo asistir. Agradecemos la presencia de estos tertulianos que vienen de Zafra- como María Blázquez-, últimos en llegar y que tanto nos aportan. 

Como siempre, sentimos las ausencias de aquellos tertulianos que por razones obvias no pudieron estar.