Nos dejó la sonrisa y la palabra

Esta mañana Juana Perales, una compañera del IES Reino Aftasí me anunciaba que Celso había fallecido. Nuestro querido tertuliano de Página 72, tras esa larga enfermedad que él había afrontado con valentía, nos dejaba con su sonrisa y su palabra.

Si tuviera que hablar de Celso no sabría decir de él más que aquello que he conocido en el poco tiempo que le he tratado. Y lo que tengo que anotar es, como si de toda una vida se tratara, que ha sido un buen amigo, un gran compañero y una mejor persona.

Como amigo, siempre estaba con la “gracieta” que hacía que despejaras todos los problemas. Era bromista, como el primero, haciéndote reír para animarte siempre. Como compañero, el mejor sobre todo a la hora de ayudarte en esas “cargas” del cargo de ser docente. Siempre dispuesto a asumir los peores papeles. Como persona, tenía esa reciedumbre de los castellanos, la cercanía de la gente noble, la generosidad del saber estar y siempre dispuesto a favorecerte mientras él podía.

Y si hablamos de talento, era ese tipo de persona que siendo culta sabía disimularlo con humildad, con la sencillez socrática del "solo sé que no sé nada" porque me queda bastante por aprender. Escuchaba mucho para dialogar con respeto, y mejor, después.

Qué decir de este hombre que pasó por esta vida enamorado de su profesión, de las “letras” que enseñaba con gusto, incluso a los más "cerriles" de sus alumnos. En fin, podría seguir escribiendo cosas buenas de Celso pero basta decir que estos últimos meses, los de su enfermedad, los ha vivido con la gallardía del que ha sabido afrontar los inconvenientes que esta le ha deparado a cada vuelta. Descansa en paz.


Afirmo, así lo creo, que nuestro tertuliano ha sabido vivir con valentía ante la muerte por eso sigue vivo y entre nosotros. De él tenemos el mejor recuerdo, la sonrisa sincera y sus mejores palabras.

Vaya, desde esta página del blog , nuestro más sentido pésame y un abrazo para sus mujer y su hija.

Celso, amigo, un abrazo también para ti.