miércoles, 8 de junio de 2011
El paisaje y sus heridas
Pasando por mi lista de blog he dado con el de Antolín Amador, poeta afincado en Madrid, amigo desde hace tiempo. He visto este poema donde los versos, como siempre, sugieren tantas cosas que merece colocarlo en esta página.
Toqué el paisaje y sus heridas
hicieron caso omiso de mis palmas,
volví a tocar más suave
y de su tacto
tan sólo permanece la zalema.
Como hueso el olivo
y carne veterana los tractores,
un poema de infancia se me escribe en la frente.
No puedo
hablar de longitud
ni sentir la vergüenza original
del campo al penetrarse de hierro los caminos.
Un niño en bicicleta no debiera saber
por qué los jornaleros llevan sueltos los ojos,
un hombre a estas alturas
no tendría que hablar sin perder los papeles.
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1 comentario:
La zalema... me la anoto en mi lista de palabras favoritas. Un saludo!
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