sábado, 20 de octubre de 2012

RITUAL

Un aroma humeante se expande por la casa.
Inicio el ritual:
escojo una camisa mal planchada,
me ajusto el cinturón,
y apuro con premura una taza de café.
Escucho las noticias.
Deja un regusto amargo el café muy cargado.
Y busco en los bolsillos
las llaves y el motivo de la lucha,
la razón de existir,
el precio de estar vivos.
¿Dónde aferrarnos?

Deja un regusto amargo el pan recién tostado
y el dolor de los otros.

Seguir, seguir tan solo,
caminar hacia un norte que apenas se vislumbra.
Seguir tan solo.
Seguir, sin más certeza
que el aliento del mundo.

3 comentarios:

José Manuel Vivas dijo...

Trini me encanta este poema, hermoso y crudo a la vez..."Seguir, sin más certeza que el aliento del mundo". Genial. Un abrazo poeta...

Trinidad Ródenas Alcón dijo...

Gracias por tus palabras, compi. Un abrazo

faustino lobato dijo...

Me han encantado estos versos en su forma y en su fondo. Qué necesario son estos rituales del cotidiano...estos que nos predisponen a lo mejor en este tránsito de lo vital. De lo contrario la existencia sería muy aburrida.
Un abrazote. Tino