domingo, 23 de abril de 2017

Cuando la ocasión te brinda lo mejor.



            La semana pasada los tertulianos de Página 72 aplazamos la tertulia con Cecilio J. Trigo para evitar el desastre del puente de la Semana Santa. Dijimos de tener la reunión el día 22. Cecilio J. Trigo quedó pendiente para el sábado 22 por la mañana. Sin embargo, un imponderable familiar de nuestro autor ha hecho que no pueda venir y que el tema de la reunión basculara en otro sentido. A la vista de todo, se consideró oportuno adelantar la discusión del poemario de José Manuel Vivas. Este iba a cerrar el año de tertulias. Nadie iba a pensar que, por estas cosas del azar la reunión volviera a dar otro giro, maravilloso giro, con la presencia de la poeta cacereña Carmen Crespo.

            Eventualmente Carmen había venido a Badajoz a presentar su libro Teselas, ganador del XIII premio Cesar Simón de la Universidad de Valencia. Jose Manuel, aprovechando su venida, la invitó a nuestra tertulia y en “bendita hora” que lo hizo porque esto nos ha permitido conocer a esta magnífica poeta, afincada en Madrid.

            Nos comentó que el detonante de este poemario fue un libro de fotografías de un autor inglés sobre la Odisea de Homero. Lo plateó como un viaje.

            Habló de ciertas cuestiones importantes que, en principio parecen pertenecer a la estética del continente pero que en realidad son parte del contenido. Lo explico: Que los poemas aparezcan en recto, al final de la página y toda ella esté en blanco, viene a ser visualmente como la línea de horizonte-explicó- del mar. Por otro lado, los poemas no tienen signos de puntuación. Estos han sido substituidos por espacios blancos donde poder descansar al leer. Es como un ir en entre islas diminutas por un mar interior.

            Se interrumpió el discurso cuando una tertuliana le comentó que esto es similar a la poesía del silencio de Ada Salas. Nuestra autora confirmó este sentido del silencio del poema corto y entre espacios. Pretendía dar con esa clave del ritmo del poema clásico, en pies yámbicos.

            El pie es la unidad métrica más pequeña de la poesía grecolatina. es un hexámetro dactílico, uno de seis pies yámbicos, un senario yámbico. El yambo (en griego: ἴαμβος, íambos) es un pie de métrica constituido por una sílaba breve y una sílaba no acentuada seguido de otra acentuada. Se considera que el pie yámbico es el más semejante a la cadencia natural del habla.

            En ciertos lugares del poema aparecen palabras en cursivas que están intencionadamente colocadas así. Un tertuliano comentó que venían a ser como teselas dentro de las teselas.

            Por otra parte, Carmen comentó que aunque parezca extraño algunos poemas finalizan con una palabra suelta, como si quisiera seguir más adelante. De hecho, dijo que los poemas se enlazan unos con otros. En realidad el poema no está cerrado porque-comenta- uno no sabe de dónde viene el poema ni a dónde va. 

            Uno escribe como entiende la vida.

            Carmen leyó algunos poemas de estos reproduzco varios. Importante: el poema están al final de la página.



ven ven     y recuesta sobre estos perfiles la espesa desnudez que
yace como un    asombro     bajo la palabra bajo la calima o el
rumor de la boca    qué      son las palabras sino     cauces
minúsculos recodos abiertos a lo blanco a laderas donde la luz aún
sosiega      ven ven     y haz que vuele la voz que hile ondas allá
donde el canto es solo nido sólo     madejas    en la palabra cuerpo
(pág 34)






de su tacto el refugio la cascara caliente o las paredes como vendas
ajustándose al cuerpo que       asciende     que   asciende     hacia la
bóveda      donde los caballos borran sus pezuñas con la carne  de
las corolas o de los tréboles       donde       rueda  anclas        donde
relojes       des corazonados           brillan al sol y padre te ofrece el
humo  que exhala su mano abierta pero tú      ya no     tú      ya no
(pág. 46)






El cuerpo sin sus junturas    confín           por donde se extiende como
un eclipse el resto del camino pero solo    mis manos    para
agarrar el perfil huidizo de sus crines      sólo         mis manos para ver
(pág. 54)

            Una vez que nuestra autora leyó una veintena de poemas siguió hablando de su obra. De ésta dijo que es el trabajo de año y medio. Cuando terminó este poemario no sabía cómo titularlo. Fue a una amiga, mientras hablaban de esta obra, a la que se le ocurrió el título de Teselas. Es cierto que los poemas, en recto y al final de la página, cortos y con un ritmo de lectura de espacios-remedando la musicalidad clásica-, venían a ser como piezas en un gran mosaico, teselas.

            La obra de Carmen es un canto único, un poema compuesto de muchos poemas con una visualidad capaz de arrancar la emoción y el silencio. En ella, en Teselas, el continente y el contenido se funden haciendo que este libro sea especialmente distinto.

            Carmen Crespo tiene otras obras que merecen atención y de las que habló un poco. Así, Todo ardió luminoso, editado por Amargord. El titulo está inspirado en un poema del cineasta Andrei Tarkovsky, en la película de ficción Stalker. Los versos son de la metáfora del camino:
No se desvanecieron,
ni el mal ni el bien, en vano.
Todo ardió luminoso,
Pero no suficiente.

Otras obras de nuestra autora son:

-Tal vez huésped, obra ganadora del premio de poesía Bal Hotel publicado por la editorial Devenir.


-Márgenes que no, I Premio de poesía Versos al Aire de la Fundación Centro de Poesía José Hierro, 2015


De música y otras pieles, ediado por Polibea


Es colaboradora y miembro del consejo de redacción de la revista digital conversos.


            Le damos las gracias a Carmen por compartir con nosotros sus versos y sus silencios. 


2 comentarios:

José Manuel Vivas dijo...

Muchas gracias Tino por este resumen tan profundo... un abrazo

faustino lobato dijo...

Gracias a ti Jose por saber apreciarlo. Y en especial a Carmen por habernos dado un rato tan maravilloso de versos y silencios.