Crecemos cuando estamos cerca de
personas que tienen capacidad para mirar allí donde otros no son capaces de ver. Por eso doy las gracias a esos amigos que, de vez en cuando, me enseñan
a crecer desde el silencio de la palabra escrita. Nunca me he sentido tan a gusto
entre literatos y literaturas como cuando estoy con ellos en la, ya para cinco
años, tertulia Página 72. Por esto mismo gracias:
a Trinidad Rodenas por ese mirar bajo la piel del agua. Con ella aprendí a emocionarme desde unos
versos que me acercan a la orilla de otra luz.
a Milagrosa Ortega, una mujer de un golpe, de mirada directa, de palabra segura y sonora.
a Mamen Alegre, la poesía tras la piel, la ternura andante, la elegancia de la palabra por decir.
a María Blázquez por ser una buscadora empedernida del vocablo oculto, desde la mirada de un pintor ciego contándonos crónica que hacen hablar a las gárgolas.
a Pilar Mateos, por sus silencios que son más solemnes que las propias palabras, por sus palabras siempre sencillas que invitan al obsequioso silencio.
a Patrocinio Sayago y a su marido, a Fernando, y a su hijo Ernesto. Gracias a ellos porque, de vez en cuando, nos traen la ilusión de querer seguir a pesar de las distancias.
a Jose Manuel Vivas por ser ese amigo cercano donde los gestos
superan a las palabras en un trayecto memorable de vidas.
a Antonio Castro Sánchez por ser como es, ecuánime, sincero, directo sin ambages. Un amigo y un
hermano.
a Plácido Ramírez , un poeta de la tierra, un soñador,
la inquietud con “patas”.
Gracias a Jose Manuel Sito Lerate, otro poeta de raza, de los grandes, de los que están ahí en ese sueño del
soneto bien construido.
a Manuel (Mansilla)Salitre por esa parte del no que no es más que rebeldía ante lo de siempre, por ser auténtico,por ser un tipo directo y legal donde los haya.
a Dani Villa, por ese saber estar en esas vueltas que da la
vida, por su esfuerzo de siempre querer aprender y por este motivo a enseñarnos
esa parte de lo sencillo en el esfuerzo de cada día.
a Juan Antonio Rincón,
siempre atento, siempre a la escucha, que sabe más de lo que habla.
a Juan Miguel, porque cuando
viene nos deja su impronta de lo mejor aprendido.
A los recién integrados:
Manuel Muñoz del Rey por sus aportes desde el saber escuchar.
Jose Manuel Martín Portales por regalarnos su experiencia de escritor al servicio de todos
a todos los que pasaron
por nuestras vidas y siguen estando muy presentes:
A Jose Enrique Campillo, un sabio de pies a cabeza, un señor, un hombre bueno, una palabra siempre a
punto.
A Miguel Angel Navarro, que nos dio su
entusiasmo y que siempre tendrá su lugar entre nosotros.
A Fran Ignacio Mendoza, que nos
sigue y está presente.
Gracias a los que nos visitaron y durante dos horas nos dejaron lo mejor de ellos:
Manuel Pecellin, Ana María Castillo, Irene Sánchez Carrón, Jose María Cumbreño, Paco Espada, Rufino
Feliz Morillón, Maribel tena García, Benedicte, Jose Manuel Diez, Ramón Perez
Parejo, Jose Manuel Martin Portales…
Gracias a todos los que nunca
vinieron y no nos enteremos de cuanto nos podrían haber ayudado.
Gracias a los que vendrán.
2 comentarios:
Gracias a ti grande entre los grandes.
Eres la base, el engrudo, la templanza, el orden y nuestro gran amigo.
Madre mía, Tino, no lo había leído... ¡Qué desagradecimiento que esto no obtenga respuesta! Y, a ti, ¿cómo definirte? POETA, AMIGO, COMPAÑERO... "El verbo oculto" de la sensibilidad.
Un abrazo fuerte.
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