Cuántos atardeceres han pasado conmigo,
se han sentado conmigo detrás de los cristales.
Cuántos atardeceres han secado mis lágrimas
y han llorado mi llanto...
He perdido la cuenta.
Sabían dónde hallarme.
Donde el recuerdo resume la existencia,
donde el ayer es muerte, todo muerte,
donde el tedio se viste de finas porcelanas
que adornan los estantes, desnudas, bajo el polvo.
Engendraron poemas
-quién salvará mis versos del olvido-,
plasmaron en el lienzo los colores más tristes.
¿Hay algo por hacer?
El crepúsculo anuncia
que el cielo se abandona a sus fantasmas.
¿Algún dolor pendiente?
He perdido la cuenta.
5 comentarios:
Me gusta este sentido elegíaco que tienen tus últimas creaciones, especialmente este poema. Un abrazote. Tino
Este es un poema de los que se leen y te inspiran, te dan ganas de escribir.
Me llena el ritmo pausado y reflexivo, su puntuación me invita a disfrutarlo.
Un abrazo, querida Trini.
Todos hemos sentido algo parecido alguna vez. El ritmo, la métrica y las repeticiones interesantes. Hermoso, pero me deja el ánimo un poco por los suelos. A lo mejor es por la hora...
Gracias, compis. No os desaniméis. Un abrazo.
Yo ya no digo nada, que todo se ha dicho, hasta ese dolor pendiente que no sabemos cuando nos sorprenderá... Y no pierdas la cuenta, hay que seguir escribiendo. Grande Trini...
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