miércoles, 4 de julio de 2012

Siempre

En el blog de mi amiga Carmen Iglesia, con la que compartí foro en el Libertad 8, me he encontrado este pedazo poema que no quería dejar de colocarlo aquí en este blog de la Tertulia Página 72 y disfrutarlo


 
A Val, por recordarme quién soy todas las noches

No puedo abrir mis venas en tu boca
ni dormirme en tu abrazo;
tampoco puedo andar descalza por tu vida
ni desnudarme en ti.

Yo, que sólo he sabido ser de otros,
nunca he querido hablarte desde el miedo,
pecar en tu palabra
como peca el que mancha la ternura.
Nunca he sabido estar dónde debía.

Lo mío fue el hambre,
la búsqueda,
la cabeza en el hombro equivocado,
alquilarle mi piel a los mendigos
y al hacerme nocturna quedarme quieta en ti,
en un lugar sin sangre,
en una de las pocas certezas que poseo.

Aunque nadie en el mundo entienda que existimos
más allá de la piel y de los mapas,
al margen de los cuerpos que nos tocan,
dentro de una verdad que nos calienta
sin mentiras ni ruidos;
eternos como el sol cuando madura.

1 comentario:

José Manuel Vivas dijo...

Es cierto Tino, es hermoso este poema. Gracias por traerlo aquí.