El primer
viernes del mes de marzo pasado, Jose María
Cumbreño estuvo en nuestra tertulia. Su estar cercano y sencillo hizo que
la tertulia cobrara ese encanto propio de las cosas solemnes.
La mayoría de
los contertulios partían de la lectura de su libro “La parte por el todo”
publicado en la Editorial La isla de
Siltolé de Sevilla. Una antología poética en la que José María hace una selección de lo más representativo de su
poesía. En realidad es una obra interesante para todos los que no conocen su
producción literaria.
José María nos habló de cómo su método,
que no es otro que el de contar lo cotidiano, se ha ido depurando en el tiempo.
Su forma de
escribir, contó, tiene la influencia de grandes maestros como Rafael Perez Estrada o Abelardo Linares .
Su pretensión, nos explicó no era otra que la de mezclar aun sabiendo que los
generos son importantes. Jugar con ellos no viene mal, es hasta necesario y por
supuesto, guardando ante ellos un sumo respeto. “En literatura, igual que en la
pintura, uno tiene que saber del oficio”.
Comenzó leyéndonos
un poema de “Los espacios cerrados” (Sevilla
2006) titulado “cosas que me sacan de quicio”
Que en el supermercado sea yo la única
que se ponga guantes para coger los tomates y la fruta.
Las espabiladas que intentan colarse.
Que el gilipollas de turno me pregunte si me ha gustado.
Tener que depilarme las axilas.
Ir a ducharme y pie no haya agua. Haberlo organizado todo y que mi jefe me desbarate
los planes en un minuto.
Que algún imbécil me suelte lo de lo nuestro no puede ser porque eres mucha mujer
para mí y tú te mereces algo
mejor.
La regla (cuando viene).
La regla (cuando no viene).
Estar continuamente a dieta y que ni se note.
Los pelos en la bañera.
Los pelos en la cama.
Los pelos.
Seguir viviendo con mis padres.
Que un tío en la discoteca me pregunte la edad que tengo.
La cara que pone cuando se la digo.
Quemarme la lengua con el café.
El pestazo a tabaco en la ropa.
La resaca de los domingos por la mañana.
No acordarme de nada de lo que hice la noche anterior.
La talla de mis pantalones.
Que todavía me salgan granos.
Mirarme al espejo y preguntarme para qué coño voy al gimnasio.
Salir siempre en las fotos con los ojos cerrados.
Estas tetazas que tengo.
Que los novios de mis amigas me las miren cuando ellas van al servicio.
Mi nombre.
Los cereales con fibra.
Los cereales bajos en calorías.
Que mi madre me repita cada dos por tres que, como me descuide, se me va a
pasar el arroz.
Saber pie encima tiene razón.
Las oposiciones.
Los anuncios de cremas contra la celulitis.
Cumplir años.
Ser incapaz de dejar de echar de menos al cabrón de Miguel.
Aparentemente
este poema no tiene más literatura que la de un inventario. ¿Dónde está la
inspiración? Preguntó alguien y Jose dijo que “la inspiración está
sobrevalorada, que pesa menos que el trabajo”. Y el trabajo poético consiste en
esto en saber MIRAR /VER, en estar
atento para OIR/ ESCUCHAR. En este
poema hay una escusa literaria para completar espacios más allá de la lírica
con materiales cercanos
Las claves de
todo este hacer nos la expuso con la lectura de otro poema “La
cerca de piedra” del poemario Estrategias y métodos para la composición
de un rompecabezas” (Editorial El Bardo. Barcelona. 2008)
Mi abuelo puso una piedra
sobre la piedra
que había puesto su padre.
Mi padre puso una piedra
sobre la piedra
que había puesto mi abuelo.
Límite. Linde.
Yo tengo una piedra en la
mano.
Esta es la
realidad poética de Jose Maria Cumbreño
dar una visión parcial, seria y profunda, de las cosas que ocurren a su
alrededor. Nuestro invitado, igual que Pérez Estrada piensa que es más importante el contenido que el
continente, la idea que la musicalidad.
Citó a Luis Felipe Comendador, un gran
escritor, mejor persona y un librero de los que aman los libros. Cualquiera
puede comprobarlo visitando su librería en Bejar (Salamanca) o entrando en su
página (http://www.lfediciones.com/comendador/).
Jose María es un gran amigo suyo y fue a raiz de una conversación como se gestó
la idea de otro proyecto de Jose maría como es este de “Límites y progresiones”
de las ediciones Baile del Sol. Aquí, con categorias narrativas Jose intenta
hacer algo que está a caballo entre la poesía y el metarralo, diferente a un
diario al uso. Los materiales están recogidos de las expresiones oidas en
clase, en la televisión, como estas:
DICIEMBRE DE 2007 (Oído en clase) Pasen y
vean. Para los ciegos, gratis; para los tuertos, la mitad.
DICIEMBRE DE 2007. CONTRADICCIONES (Oído en
el telediario)
El gobierno ha ordenado disparar a matar
para prevenir a violencia en las calles.
MARZO DE 2008 Cuando Irene tose, Manu dice
que es una niña tósica.
Esto es así,
dice Jose María, me nutro para escribir de lo que tengo a mano. Él esta
convencido que la literatura utiliza elementos muy simples.
Después de
contarnos algunas de sus estrategias como escritor, nos habló de sus aventuras
como editor. Comenzó con Littera Libros.
Un atrevimiento, dice, esto de mantener una editorial. En estos momentos ha
iniciado otra empresa, tan ambiciosa y
rica como la primera aunque diferente en sus objetivos. La nueva editorial se llama Ediciones
liliputienses. La filosofía que marca el norte de EELL es la de publicar
autores latinoamericanos que nunca tendrían oportunidad de una publicación en el
amplio espectro de las editoriales de España.
Con este empeño, diferente a una empresa, Jose pretende publicar a grandes
escritores de América Latina perdidos en el espacio literario. Aprovechando
esta realidad quiere, con esta andadura poética, afrontar y presentar los
grandes temas que el hombre se plantea: la vida, la muerte, el amor y el
desamor.
Al final del
encuentro y en un intento de resumir esta intervención magistral de Jose M Cumbreño, una de las
contertulias le dirigió unas palabras, destacando la esencia poética que
aparece en nuestro invitado, “ese estilo mordaz e irónico que se permite la crudeza, con más peso que
el propio lenguaje poético”. Siguió diciendo que “entre el aforismo y el microrrelato todavía es más fuerte la intencionalidad
que sobresalta y llama poderosamente la intención y, al mismo tiempo saca de un
estado de supuesta placidez para provocar
con la reflexión inmediata una importante inquietud ante un hecho
cotidiano y sin embargo lleno de vida, o de muerte, o de injusticia, o de duda…”.
En definitiva,
La parte por el todo, es una apuesta poética arriesgada e interesante.
Después de
este encuentro, y con Jose María allí presente, Milagrosa Ortega nos
presentó un poemario llamado “Qué fue de los segundos”. Un trabajo
bien estructurado y original donde Mila
nos reveló, una vez más ese buen hacer de la escritora siempre atenta a los
rincones de lo vital.
Digo que la
estructura era original porque, haciendo honor al título, los poemas tenían por
título horas y minutos. Así, el primero con el que abría este trabajo
00:
35
Por qué este nombre
Sin un lugar en el templo para mí
De donde no vine y por qué tarde
Si no me acomodaba junto al hogar
Si no estaba, si no estuve
Cuando giraban al contrario
Las agujas del reloj
…
En este poema
Mila además de sugerir, quiere que se
entienda qué es lo que quiere expresar en si
su poesía . Así, en el final contundente de este primer poema se dice
su poesía . Así, en el final contundente de este primer poema se dice
Yo no corro desesperadamente hasta el
principio
Con afán de servir solo a mi lealtad
Y habitar eternamente un claustro de papel.
Este trabajo
da a entender, para algunos tertulianos, que Mila Ortega va en el buen y mejor camino de la creación. Un trabajo
donde no explica mucho sino que tan solo muestra un sentido particular de lo bello.
02:59
Éramos la pulcritud del alba
En la deriva y hasta donde
Un pájaro alcanzó su pálido destino
Callamos para oír los pasos de su vuelo
Y los salmos crujientes de la hierba,
Fue en la derrota y hasta donde
Quisimos de la carne desnudarnos.
…
En algunos
poemas la sensación global es interesante por las emociones que provoca en ese
saber aquietar en tiempos de contradicciones:
05:55
Oigo tus pasos alejarse
Y unas voces se pierden sutiles
En esta noche esperada de tu fuga.
Tanpoco el perro dormirá a mi lado.
No sé hasta donde llegará noviembre.
El poemario
tiene unos registros positivos muy interesantes. Estos son: Primero, que son
buenos versos y segundo, que la autora ha conseguido un estilo personal.
Exentos de
adjetivaciones y con gran fuerza en los sustantivos empleados las metáforas
empujan a leer con atención. Así estos
6: 24
La piedad de un árbol bajo la luz
El temblor del ocaso sobre el horizonte
La incertidumbre del viento en tu pelo
Un río bañado de sauces
La fruta del hombre en sus bolsillos
La piedra empañada por tus lágrimas
Y mi serio perfil de sendero, para sólo
caminar.
Hasta cuándo
12:56
El ánimo de la piedra es permanecer
El del camino la finitud
La fe de mi consciencia, saberme efimera
Vuelo fugaz del relampago.
Acaso el aroma de las manzanas me defina
Tan frágil como el agua
Al incisivo estar de la luz
En realidad,
este es un trabajo atractivo por el dominio lírico que aparece en su contenido. Algunos poemas son excepcionales, como este que cierra el poemario:
23: 10
Me paro un instante y descubro
Qué poco sentido tiene esto.
Carol trabaja todos los días
Domingos y festivos
Esta tarde no puede tomarse el café
Quizás los sábados, me dice, algún viernes.
Después de nueve años
Manuel quiere volver con ella
No entiende que no hay posibilidad
E insiste
Un señor estaba en urgencias
Con un cólico nefrítico
Iba y venía en zapatillas, vestía con pijama
Y un chaquetón de invierno.
Me detengo un minuto para observar
Qué extraño sentido tiene esto.
Qué fue de los segundos.
.
Para Mila este poemario es un trabajo donde
ha puesto más fuerza en el contenido que en la forma. Un trabajo
extraordinario, repito, que nos permitió, otro viernes más, disfrutar de la
tertulia y, en este caso de la creación de alguien, como Milagrosa Ortega. Esta poeta sabe del sufrimiento y de la
aceptación de lo adverso, del crecer mirando de frente por encima de
estereotipos, una mujer de compromisos y
lealtades, una escritora excepcional de la que nos alegra sentirla cerca.
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