Como indique en otra entrada voy a comentar, capitulo a capítulo, el poemario de Alberto Basterrechea, conocido como Batania. Este es una antología de poemas llamada La poesía ha vuelto y yo no tengo la culpa. Antología de caballos1. Un libro que se divide en diez capítulos, donde nuestro autor, mezclan poemas y fotografías de sus graffitis. Este libro que recoje los poemas de media década2 tiene una particularidad y es que se pone a la venta sin ISBN ni Depósito legal. Y rematando, en su notas de crédito, una frase que dice: Cualquier de estos poemas o prosas puede ser copiado, extractado o mejorado sin necesidad de pedir ningún permiso, citando la autoría o sin citarla y para el uso que se desee. Expresión que revela filosofía de total desprendimiento del autor y al que su ego de escritor no le jugará malas pasadas ni le creará úlceras de estómagos. Con ello, Batania o Neorrabioso muestra de manera contundente, y casi molesta, al resto de la “peña” su forma de ser poeta: rehuir de los sistemas de encasillamiento, y con una poesía más allá de la propia poesía al uso.
En este momento me voy a detener en el
primero de sus capítulos, titulado El
que ataca a los dioses no debe fracasar necesariamente3. Este contiene trece poemas en los que Batania nos situa ante
su tautotés, su
identidad, en un diálogo con la realidad más contundente de
nuestra esencia humana, la muerte. Su génos,
su ser mismo, lo manifiesta en el poema Los
extranjeros4 en
el que dice “procedo
de un linaje sin linaje,/ de una aldea de avena sin historia...”.
De la muerte dirá que es “un
retiro, una gárgola, la alfombra y turba necesaria...”5
Y es que para Batania su esencia ontológica, la realidad en la que se desenvuelve, es la de una lucha
continua con el
muerto que llevamos a cuestas, dice, todos
los días.
“Lo
que cuesta mantener a un muerto,...todos los días/ lo que cansa
vestir,/ los zapatos del muerto,/ las camisas del muerto,/ la bufanda
del muerto...”6 Para
nuestro autor, muerte y raíz identitaria están tan unidas que
comentará a través de sus versos: No
olvidarás a tu muerto , no cejarás en tu/ fe: el viento es cruel
con los árboles que/ no creen en sus raíces. El viento/ es cruel
con los árboles que/ no creen en sus raíces. El/ viento es cruel
con los/ árboles que no/ creen en sus/ raíces”7.
Interesante metáfora que coloca al yo literario frente a sí mismo
en un acto fiducial con lo que uno es (árbol
?)
para evitar la adversidad del cotidiano (viento
?).
Porque el poeta, aun aceptándose, está expuesto a cualquier adversidad y por eso advierte, en
otro poema de este primer capítulo: Escucha
poeta: Tu futuro es demasiado claro para ser cierto; el que ataca a
los dioses/ no debe fracasar necesariamente”8. Probablemente sea esa piel sensible a los efectos exteriores lo que hace que el poeta sea alguien especial, un ser capaz de mirar donde nadie quiere mirar advirtiendo del lado oculto de las cosas.
Pero
Batania sabe quien es, así lo expresa en uno de sus poemas,
de esta primera parte. Dice de sí, parafraseando a Jean Cocteau
sobre Victor Hugo, que “es un loco que se cree Batania”.9
Un poeta no al uso, ese es Batania. Alguien que no quiere
escribir entre líneas/ sino escribir las líneas solamente...No
quiero escribir versos:/ lo que quiero es llenarlos de caballos. //
No quiero sugerir/ sino morder con rabia,/ con la rabia insaciada del
que sufre/...”10Así
es el poeta que tiene que ocultarse ante los otros, expresándose con
poemas de los que ni él mismo sabe qué son: Qué es un
poema. Qué/ puede ser un poema. Solo sé/ que se hace, este se
hace// Se escribe// Desde el suelo”11.
Mas adelante dirá: La poesía// Poesía o nada/(hace un
tiempo expléndido para otra Bastilla)/Poesía o nadie/ (estamos en
vísperas de las manzanas)// Poesía o cero”12.
Además
se sabe ubicado, situado en un lugar, donde, dice, “nos
vamos a seguir mis fracasos los tuyos.// Ya estoy en Madrid.//
Estamos”13.
Esta ahí después de abandonar su patria y su parentela, un hecho
que le hace sentirse solo, como expresa con la metáfora de la casa . Es con estos versos con los que arranca este
primer capítulo: Entonces,/ una noche de nunca es tarde, /
al ver a mi muerto muerto, a mi único muerto, / muerto,/ comencé a
hacer la maleta/...”14 La ubicación no evita el miedo posiblemente lo disimule ante lo
provisional, que no es obviarlo y ni siquiera evitar el vértigo: Qué miedo aquel/ que una noche llegó a su
casa/ y la casa estaba sola,/ y la puerta cerrada, / y su padre
muerto,/ y de pronto/ se quiso simple y perfecto/ como una piedra
arrojada/ contra la policía”15.
Posiblemente habría que sacar conclusiones, las mías las tengo. Aquí he preferido sobrevolar por los poemas dejando aquellos versos que sirven para destacar, lo que considero, nos trasmite el poeta . Seguro que surgirán miles de comentarios al poeta Neorrabioso, criticas de todo tipo, y de todo se concluirá que nuestro autor no deja indiferente. Merece la pena leerlo sabiendo que sus versos son una manera de vivir y de mirar la vida, la suya, extensible a otros atrevidos como él. Atreverse a atacar a los dioses empezando por los egos y las aureolas poéticas es una forma de crecer en medio de esta sociedad que reclama otra manera de ser y de hacer. Gracias poeta.
Posiblemente habría que sacar conclusiones, las mías las tengo. Aquí he preferido sobrevolar por los poemas dejando aquellos versos que sirven para destacar, lo que considero, nos trasmite el poeta . Seguro que surgirán miles de comentarios al poeta Neorrabioso, criticas de todo tipo, y de todo se concluirá que nuestro autor no deja indiferente. Merece la pena leerlo sabiendo que sus versos son una manera de vivir y de mirar la vida, la suya, extensible a otros atrevidos como él. Atreverse a atacar a los dioses empezando por los egos y las aureolas poéticas es una forma de crecer en medio de esta sociedad que reclama otra manera de ser y de hacer. Gracias poeta.
1 Junio
de 2014
2 2008-2013
3 Pag.9
4 Pag
22
5 La
muerte. Pag.17
6 El
muerto. Pag. 19
7 Raíces.
Pag. 16
8 El
cóndor de nosotros. Pag. 14
9 Un
loco que se cree Batania. Pag. 28
10 idem
Pag. 28
11 Desde
el suelo. Pag.24
12 Poesía
o cero. Pag. 27
13 Estoy/
Estamos. Pag. 13
14 La
casa sola. Pag. 11
15 Idem.
Pag. 12
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