A propósito de Shobogenzo, volumen I, traducido por Pedro Piquero, siguiendo la versión inglesa de Gudo Wafu Nishijima y editado por Sirio. De entrada hay que decir que esta es una gran obra que merece estar en la mesa de lectura de quienes quieran profundizar en el hecho del crecimiento personal, de quienes estén interesados en aprender de uno mismo como forma de olvidarse de uno mismo. Esta es la verdad del Buddha.
La traducción de Pedro Piquero, además de ser impecable, tiene una serie de registros que a los bibliófilos nos encanta. Así, importa resaltar por un lado, las propias notas que aparecen al final de cada capítulo. Solo este aparato crítico es un tratado interdisciplinar e intercultural de las filosofías occidentales en contraste con la manera de ser y hacer de las enseñanzas del maestro Dogen Kigen. Por otro lado, el volumen contiene seis apéndices en los que se muestra elementos del budismo Zen de sumo interés especialmente para quienes no lo conocemos. Seguido a estos, el libro trae un glosario de términos del sánscrito que agradecemos, sobre todo, aquellos que no sabemos esta lengua. Una ayuda inmejorable, desde el punto de vista práctico-filológico, para una mejor comprensión y más profunda de los capítulos. Estos son 21 en total. Al final de este volumen aparece un índice temático que es de gran ayuda para quienes nos dedicamos, además de a la enseñanza, a la investigación. Una gran labor de Pedro Piquero, como traductor y comentarista del maestro Dogen. Enhorabuena.
Considero que es una edición deliciosa realizada por la Editorial Sirio. Esta editorial puede estar contenta porque, gracias a este trabajo añadido, la publicación del Shobogenzo va más allá de una mera traducción al uso. No me extraña que algunas ediciones en proyecto se vean “truncadas”, como es el caso de Dokusho Villalba. Este ha comentado públicamente que se ha interrumpido el proyecto de Ediciones Miraguano de publicar la traducción del Shobogenzo al aparecer recientemente el primer volumen del Shobogenzo traducido por Pedro Piquero, siguiendo la versión inglesa de Gudo Wafu Nishijima.
Villalba comenta que las Ediciones Miraguano no ha visto viable la publicación casi simultánea de dos traducciones de una obra destinada a un público minoritario. Dicho así parece que la intencionalidad del comentario es más mercantilista que cultural. No sé cuantos millones de personas son estas minorías. De todas formas, como Dokusho Villalba persiste en su publicación, y esta en formato digital a través del Amazon, me gustaría ver -fuera de consideraciones bastardas- como este escritor-traductor supera el trabajo que Piquero hace de Shogobenzo.
La traducción de Pedro Piquero ha sido publicada por la editorial Sirio y puede ser adquirida on line en el siguiente enlace:
http://www.editorialsirio.com/index.php?mod=coleccio
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