viernes, 9 de septiembre de 2011

Tengo que decírtelo.

Tengo que decírtelo,
porque no podría
aunque quisiera.
Porque tu hombro desnudo
acaricia la trenza
que apunta tus pechos.

Aunque quisiera no podría,
porque el pelo recogido
ilumina tu cara,
porque desde arriba
tu cola juguetea conmigo.

¿Y que me dices
cuando descuidada
subes tus brazos
para recoger tu melena?

Aunque quisiera
no me hace falta
porque contigo
tengo varias mujeres.

5 comentarios:

María Blázquez dijo...

¡Sabía que era tuyo antes de terminarlo! Creo que eso es buena señal, que se te reconozca es que tienes tu propio estilo.
Me ha gustado. Juegas con la insinuación de una manera sutil para terminar diciendo que no podrías hacer aquello que insinúas al principio, porque no te hace falta, lo haces, pero con la misma mujer, en quien lo encuentras todo.

Un abrazo.

Miguel Angel dijo...

Gracias María, me ha gustado mucho tu comentario.

faustino lobato dijo...

Me alegran estos progresos de tu manera de contar, con metáforas sugerentes, lo cotidiano con la persona amada. Me gustó a pesar que hay algunos elementos a limar pero son "peccata minuta"...Enhorabuena amigo.

Mamen Alegre dijo...

Ya dijiste, que aunque dices que no hace falta, lo haces. Y es que en el fondo sabes que hay que decir y mucho. Y si lo dices bien como ahora, mejor.

Comenzamos septiembre ¿con ganas?. Yo tengo ganas de bajarme.

Besos a todos

José Manuel Vivas dijo...

Bueno, hacía tiempo que no pasaba por aquí (y no por falta de ganas). Bien Miguel, bien, vamos avanzando, muy sugerente...