A los niños sirios en los campos de refugiados
de cualquier frontera de Europa.
"Aplastan a tu pueblo, Señor,
oprimen su heredad.
Asesinan a la viuda y al emigrante,
matan al huérfano."
(Salmo 94 (93))
oprimen su heredad.
Asesinan a la viuda y al emigrante,
matan al huérfano."
(Salmo 94 (93))
Tienen ojos, soledad y ojos,
los de la muerte en un segundo.
Un largo tiempo para ver
como se rompe la vida
en el infierno absurdo
de la nada. Gritar no sirve.
los de la muerte en un segundo.
Un largo tiempo para ver
como se rompe la vida
en el infierno absurdo
de la nada. Gritar no sirve.
Ojos, estos niños tienen ojos
que niegan la compasión
huida, sin alas, entre el terror
y la vergüenza. Ojos
que afirman el odio en el rostro
de la carne dolorida.
que niegan la compasión
huida, sin alas, entre el terror
y la vergüenza. Ojos
que afirman el odio en el rostro
de la carne dolorida.
Del poemario "La vida de nadie"
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