jueves, 10 de julio de 2014

El que ataca a los dioses no debe fracasar necesariamente.


Como indique en otra entrada voy a comentar, capitulo a capítulo, el poemario de Alberto Basterrechea, conocido como Batania.  Este es una antología de poemas llamada La poesía ha vuelto y yo no tengo la culpa. Antología de caballos1. Un libro que se divide en diez capítulos, donde nuestro autor, mezclan poemas y fotografías de sus graffitis. Este libro que recoje los poemas de media década2 tiene una particularidad y es que se pone a la venta sin ISBN ni Depósito legal.  Y rematando, en su notas de  crédito, una frase que dice: Cualquier de estos poemas o prosas puede ser copiado, extractado o mejorado sin necesidad de pedir ningún permiso, citando la autoría o sin citarla y para el uso que se desee. Expresión que revela filosofía de total desprendimiento del autor y al que su ego de escritor no le jugará malas pasadas ni le creará úlceras de estómagos. Con ello, Batania o Neorrabioso muestra de manera contundente, y casi molesta, al resto de la “peña” su forma de ser poeta: rehuir de los sistemas de encasillamiento, y con una poesía más allá de la propia poesía al uso. 

En este momento me voy a detener en el primero de sus capítulos, titulado El que ataca a los dioses no debe fracasar necesariamente3. Este contiene trece poemas en los que Batania nos situa ante su tautotés, su identidad, en un diálogo con la realidad más contundente de nuestra esencia humana, la muerte. Su génos, su ser mismo, lo manifiesta en el poema Los extranjeros4 en el que dice “procedo de un linaje sin linaje,/ de una aldea de avena sin historia...”. De la muerte dirá que es “un retiro, una gárgola, la alfombra y turba necesaria...”5 Y es que para Batania su esencia ontológica, la realidad en la que se desenvuelve,  es la de una lucha continua con el muerto que llevamos a cuestas, dice, todos los días. “Lo que cuesta mantener a un muerto,...todos los días/ lo que cansa vestir,/ los zapatos del muerto,/ las camisas del muerto,/ la bufanda del muerto...”6 Para nuestro autor, muerte y raíz identitaria están tan unidas que comentará a través de sus versos: No olvidarás a tu muerto , no cejarás en tu/ fe: el viento es cruel con los árboles que/ no creen en sus raíces. El viento/ es cruel con los árboles que/ no creen en sus raíces. El/ viento es cruel con los/ árboles que no/ creen en sus/ raíces”7. Interesante metáfora que coloca al yo literario frente a sí mismo en un acto fiducial con lo que uno es (árbol ?) para evitar la adversidad del cotidiano (viento ?). Porque el poeta, aun aceptándose, está expuesto a cualquier adversidad y por eso advierte, en otro poema de este primer capítulo: Escucha poeta: Tu futuro es demasiado claro para ser cierto; el que ataca a los dioses/ no debe fracasar necesariamente”8. Probablemente sea esa piel sensible a los efectos exteriores lo que hace que el poeta sea alguien especial, un ser capaz de mirar donde nadie quiere mirar advirtiendo del lado oculto de las cosas. 

Pero Batania sabe quien es, así lo expresa en uno de sus poemas, de esta primera parte. Dice de sí, parafraseando a Jean Cocteau sobre Victor Hugo, que “es un loco que se cree Batania”.9 Un poeta no al uso, ese es Batania. Alguien que no quiere escribir entre líneas/ sino escribir las líneas solamente...No quiero escribir versos:/ lo que quiero es llenarlos de caballos. // No quiero sugerir/ sino morder con rabia,/ con la rabia insaciada del que sufre/...”10Así es el poeta que tiene que ocultarse ante los otros, expresándose con poemas de los que ni él mismo sabe qué son: Qué es un poema. Qué/ puede ser un poema. Solo sé/ que se hace, este se hace// Se escribe// Desde el suelo”11. Mas adelante dirá: La poesía// Poesía o nada/(hace un tiempo expléndido para otra Bastilla)/Poesía o nadie/ (estamos en vísperas de las manzanas)// Poesía o cero”12.


Además se sabe ubicado, situado en un lugar, donde, dice, “nos vamos a seguir mis fracasos los tuyos.// Ya estoy en Madrid.// Estamos”13. Esta ahí después de abandonar su patria y su parentela, un hecho que le hace sentirse solo, como expresa con la metáfora de la casa . Es con estos versos con los que arranca este primer capítulo: Entonces,/ una noche de nunca es tarde, / al ver a mi muerto muerto, a mi único muerto, / muerto,/ comencé a hacer la maleta/...”14  La ubicación no evita el miedo posiblemente lo disimule ante lo provisional, que no es obviarlo y ni siquiera evitar el vértigo: Qué miedo aquel/ que una noche llegó a su casa/ y la casa estaba sola,/ y la puerta cerrada, / y su padre muerto,/ y de pronto/ se quiso simple y perfecto/ como una piedra arrojada/ contra la policía”15.

Posiblemente habría que sacar conclusiones, las mías las tengo. Aquí he preferido sobrevolar por los poemas dejando aquellos versos que sirven para destacar, lo que considero,  nos trasmite el poeta . Seguro que surgirán miles de comentarios al poeta Neorrabioso, criticas de todo tipo, y de todo se concluirá que nuestro autor no deja indiferente. Merece la pena leerlo sabiendo que sus versos son una manera de vivir y de mirar la vida, la suya, extensible a otros atrevidos como él. Atreverse a atacar a los dioses empezando por los egos y  las aureolas poéticas es una forma de crecer en medio de esta sociedad que reclama otra manera de ser y de hacer. Gracias poeta.






1 Junio de 2014
2 2008-2013
3 Pag.9
4 Pag 22
5 La muerte. Pag.17
6 El muerto. Pag. 19
7 Raíces. Pag. 16
8 El cóndor de nosotros. Pag. 14
9 Un loco que se cree Batania. Pag. 28
10 idem Pag. 28
11 Desde el suelo. Pag.24
12 Poesía o cero. Pag. 27
13 Estoy/ Estamos. Pag. 13
14 La casa sola. Pag. 11

15 Idem. Pag. 12

miércoles, 9 de julio de 2014

De puertas adentro

Acabo de recibir los primeros ejemplares (10) de mi última publicación, el poemario "De puertas adentro", Premio de poesía Entreescritores 2014, editado por Mandala Ediciones (Madrid).
Para mí es un orgullo que, además, esté prologado por David Beneditte y su inusual manera de ver las cosas. Quizá hasta es posible que el prólogo sea mejor que el propio libro prologado... Esas cosas pasan.

Pronto, pasado el verano, haremos las presentaciones en Madrid, Mérida y Badajoz (para empezar), y en unos días estará disponible para su compra en La casa del Libro, FNAC, El corte Inglés y otras librerías nacionales y locales.

Solo dejo aquí uno de sus poemas, para abrir bocado...

No recuerdo la mirada primera,
el instante de luz y memoria
en que amanecí a la vida,
primitivamente incierto.

No recuerdo la bruma primera,
ese momento de iluminada presencia
en que mis ojos vieron el inicio
de una nueva vida aérea,
del peso insondable del cuerpo.


Ha transcurrido un tiempo extraño,
un largo espacio enfurecido,
y aún no recobro la emoción
de aquella luz primigenia que se aferra
a la memoria y los segundos,
como una barca varada en la orilla
de un río sin puentes;
como la nostalgia de aquel espacio
de aguas y latidos en que habitaba
ciego y claustrofóbico.



martes, 8 de julio de 2014

"La poesía ha vuelto y yo no tengo la culpa".

                   Este verano he recibido el nuevo libro de  Alberto Basterrechea, Batania o Neorrabioso ( su tercer nombre): "La poesía ha vuelto y yo no tengo la culpa" dedicado por él mismo. Un honor. Me vinieron a la mente aquellos días en los que él, igual que otros, participábamos en el ya extinto foro Libertad 8.  Y Batania siempre levantaba ampollas.






                         Batania en su blog comenta que "en este libro, aparte de los setenta y cinco poemas, aparecen treinta y seis pintadas seleccionadas entre un total de 433 que han decorado / lucido / manchado las paredes de Madrid desde mediados de 2008. La mayoría de ellas se encontraron en la zona de Vallecas, Portazgo, Nueva Numancia, Puente de Vallecas, Pacífico, Atocha, Príncipe Pío, Lavapiés, Malasaña, Noviciado y Argüelles. El aerosol con el que fueron efectuadas es el Pinty Plus, el mismo que se puede comprar por 2´20 euros en cualquier tienda de chinos madrileña. 
Todas las pintadas aparecieron en lugares públicos: se entiende que los bancos, las multinacionales y las grandes superficies son también lugares públicos, al menos en el contradiccionario neorrabioso. 
No se adjuntan las calles exactas porque la mayoría de ellas han sido borradas por las brigadas de limpieza, como se puede comprobar en una de las imágenes. La autoría de estas pintadas, que en la mayor parte de los casos están extraídas de versos de mis poemas, sigue sin aclararse.




                  Del blog de Batania se dice en Km77.com que en él "cuenta sus inicios en la poesía, en los que recibió diferentes críticas acerca de la agresividad de sus escritos, «demasiado violentos para ser entendidos en una democracia». «Escribes demasiado rabioso» le decían.

                  Habla Neorrabioso  de su padre, que ya murió; de las mujeres que ha querido: Iratxe, Natalia. De cuando su madre le quemó sus balones de fútbol para que se le quitasen los pájaros de la cabeza, sin darse cuenta de que los pájaros en la cabeza eran lo más verdadero que él poseía.


 Habla de literatura y escribe, por supuesto, sus poemas, de los que extrae los versos que pinta por las paredes, unos versos con los que quiere llegar a los vecinos del barrio (el carnicero, la modista), aquellas personas que no suelen comprar libros de poesía."




                   Conforme vaya leyendo esta Antología "de caballos" iré publicando, en este medio, los comentarios.